El presupuesto, dicen los analistas, es el reflejo de las prioridades y propuestas de gobierno, un reflejo más fiel que aquel que puede obtenerse de las declaraciones de los distintos actores políticos. Como dice el refrán: "obras son amores y no buenas razones".

Si lo anterior es cierto, como sostenemos que lo es, parece que los ciudadanos no tenemos mucho para dónde hacernos ante la pugna que se está presentando no entre poderes, sino entre grupos y personas de diferentes grupos políticos.

Hablar de un enfrentamiento entre poderes es no entender lo que está sucediendo, es analizar la realidad como si esta estuviera poblada por seres angélicos, cuando en realidad son hombres y mujeres con intereses y proyectos propios quienes la componen.

Hoy se enfrentan, no el legislativo contra el ejecutivo, sino diputados como Carlos de la Fuente o Ivonne Álvarez, mas quienes conforman sus respectivos grupos que tienen intereses de mediano y largo plazo, tanto en lo económico como en lo político, contra Samuel García y su equipo, quienes ya mostraron que quieren ir por todo en el 2027 y en el 2030.

Mientras tanto, lo que parece que menos les interesa es que se concluyan las obras que actualmente se encuentran en proceso y que podrían mejorar la movilidad en el área metropolitana de Monterrey, porque sería una medalla para Samuel y un mentís para quienes conforman el llamado PRIAN.

Aclaramos que en ello también tiene culpa el gobernador del estado, ya que inició las obras sin tener la certeza de que contaría con los recursos necesarios para terminarlas, ya que durante dos años decidió no enviar el presupuesto estatal al Congreso. Lo que sigue es llegar a un arreglo.

Pero a los ciudadanos lo que menos nos importa es quién haga las obras, sino que estas se hagan, hoy solo quienes tenemos cierta edad nos acordamos quién construyó la Macroplaza o el Paseo Santa Lucía, pero muchos acudimos a esos lugares por lo que nos ofrecen.

Tampoco nos acordamos quién bloqueó el Monterrey VI, una obra que habría evitado la crisis del agua de hace dos años, nos acordamos sí, de quien no supo o no quiso enfrentar exitosamente este problema cuando se presentó.

Así es que, señores diputados y señor gobernador, sería mejor que se pusieran de acuerdo para generar un presupuesto acorde a las necesidades de los nuevoleoneses, es probable que si no lo hacen, la próxima elección se les complique y sea un tercero en discordia el gran ganador.

No se olviden de que los políticos son tan queridos como exitosas sean sus más recientes decisiones y si confían en sus programas clientelares, entiendan que estos cada vez resultan más caros y en algún momento no van a poder pagarlos.

Así pues, o trabajan en favor de los ciudadanos o seguramente durante las próximas elecciones verán reflejado en las urnas el enojo de los ciudadanos que no se ven representados por ustedes, porque no saben ni a cual creerle.

Comisión Internacional de Derechos Humanos  y licenciado en derecho