banner edicion impresa

Nacional Estados


Viven jóvenes entre ansiedad y frustración

Viven jóvenes entre ansiedad y frustración


Publicación:08-08-2022
++--

Los jóvenes menores de 30 años enfrentan problemas de diferente índole para conectarse con el trabajo.

Ciudad de México / El Universal Por edades, con base en cifras oficiales al primer trimestre del año, la población no económicamente activa pero en disposición de trabajar se concentra en jóvenes de 15 a 29 años, con poco más de una tercera parte (34.1%). Les siguen en orden de importancia quienes tienen entre 30 y 49 años, con más de una quinta parte (26.7%); los adultos mayores, con 24.2%, y las personas de 50 a 59 años, con 14.9%.

Los jóvenes menores de 30 años enfrentan problemas de diferente índole para conectarse con el trabajo. “Estaban acostumbrados a escuchar desde que estaban en la escuela que en un trabajo te iban a maltratar, te iban a tener trabajando muchas horas, que no había pago de horas extra. Todo eso les generó un sentimiento negativo respecto al mercado de trabajo, que no resulta lo suficientemente atrayente como para que se puedan colocar”, comenta Ivonne Vargas, integrante del consejo para América Latina deTheWorkforce Institute.

“Estas personas que se quedan en su casa con la frustración de no conectarse a un trabajo tienen consecuencias de largo plazo, pueden entrar en periodos de ansiedad, de depresión, e inclusive son jóvenes que empiezan a cambiar sus comportamientos. Si no fumaban, pueden empezar a hacerlo, por ejemplo”, estimó la especialista.

“Por otra parte, como en el proceso de un duelo, muchos de estos jóvenes se quedan atorados en el enojo, sin poder llegar a la resignación. Están resentidos con su exjefe, su familia o el país: consideran que el mercado laboral no los merece, y le dan la espalda”. Vargas comenta que, al no poder colocarse y quedarse con el enojo, muchos jóvenes hacen largas pausas en su búsqueda para recuperarse del desgaste emocional que les han generado las dificultades para entrar al mercado, una especie de ‘burnout’ laboral.

De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en materia de empleo, la inflación también ejerce un efecto negativo directo sobre los ingresos laborales. El encarecimiento de bienes y servicios afecta el poder adquisitivo de los trabajadores y reduce su capacidad para adquirir la misma cantidad de productos con sus ingresos provenientes del trabajo, señala en un análisis publicado hace unos días.

En promedio, la población ocupada en el país recibió un ingreso mensual de 8 mil 117 pesos corrientes durante el primer trimestre de 2022 que, comparado con lo observado un año atrás, en el mismo lapso de 2021, el nivel de ingreso ha aumentado 3.6%, equivalente a 283 pesos. Sin embargo, los precios de bienes y servicios básicos se han encarecido en mayor medida durante el último año.



« El Universal »