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Nacional Ciudad de México


Son fiestas y comercio focos para contagios

Son fiestas y comercio focos para contagios
Algunos locales operan con las cortinas metálicas abajo.

Publicación:24-01-2021
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Capitalinos que visitan el Centro Histórico en medio del semáforo rojo ven con buenos ojos la apertura de negocios no esenciales

Ciudad de México.-Las fiestas clandestinas y el comercio en la vía pública han generado que el alto índice de contagios por Covid-19 en la alcaldía Miguel Hidalgo se concentre en colonias populares y cinturón de pobreza, consideró el edil Víctor Hugo Romo.

Estas circunstancias, comentó en entrevista, han complicado el manejo de la pandemia, por lo que actualmente tienen 10 colonias en foco rojo por el número de contagios, encabezadas por la Anáhuac, Tlaxpana, Escandón, Popotla, La Argentina, Pensil, principalmente, lo que coloca a la demarcación en el lugar 13 de casos activos.

Sin embargo, en lo que va de la contingencia sanitaria se han logrado disuadir por lo menos 600 reuniones o fiestas, algunas pequeñas, pero otras con aforos de hasta 200 personas.

Expuso que en estas colonias, no sólo la actividad comercial de barrio ha implicado que las familias contraigan el virus, sino la realización de fiestas clandestinas que se hacen en calles o vecindades, lo que genera aglomeraciones en esas zonas.

"¿Qué observamos nosotros? Derivado de las reuniones familiares de diciembre hubo un disparo en los contagios, sobre todo en estas [colonias] y en las zonas populares, en donde la gente sale a hacer comercio o tiene que tomar el transporte público. Por eso hemos puesto atención en que los kioscos de salud se instalen en esas colonias, también comentar que hay lugares o viviendas que se dedican al comercio de barrio, y es donde efectivamente se vuelve más complicado", explicó Romo.

Dijo que en estas zonas las reuniones familiares son altas y han tenido que intervenir con el apoyo de la policía Covid, una unidad conformada con elementos de la Policía Auxiliar adscrita a la alcaldía para disuadir altas aglomeraciones.

De acuerdo con las estadísticas de la demarcación, 35% de los contagios de Covid-19 se deben a que las personas en Miguel Hidalgo tuvieron alguna reunión o fiesta familiar.

"Hemos tenido que disuadir en todo lo que va de la pandemia casi 600 reuniones, sobre todo casas de las Lomas o Bosques, en donde es difícil de identificar, pero ha sido muy eficaz porque la policía Covid tiene un protocolo, se vincula con un juzgado cívico, con la gendarmería de usos de suelo y el Invea, para que en caso de que sea un establecimiento mercantil, haya un suspensión o sanción", explicó.

Sin embargo, las fiestas no son únicas en estas colonias populares, sino que ha sido una constante en diferentes zonas de alto nivel adquisitivo, como Lomas de Chapultepec y Polanco.

"Son fiestas clandestinas que se realizan; no se puede, está prohibido, pero esta policía Covid ya está atendiendo con nuestro protocolo. No podemos ingresar a los domicilios si no hay orden de un juez, pero se les pide que terminen con ella".

Romo abundó que hasta el momento han logrado una sanción económica a los dueños de un inmueble en donde se realizaba una fiesta, esto a través de ley de condominios de la Procuraduría Social, quienes apoyaron para resolver el conflicto entre vecinos que denunciaron.

Desde el lunes iniciarán el recorrido con una unidad móvil para la toma de pruebas rápidas de Covid-19 en la Anáhuac, Tlaxpana y Escandón, zonas en donde prevalecen los contagios.

Capitalinos que visitan el Centro Histórico en medio del semáforo rojo ven con buenos ojos la apertura de negocios no esenciales en el primer cuadro, pero aseguraron que dependerá de las personas si se cuidan o no para evitar contagios de Covid-19.

Aunque el semáforo rojo continúa por una semana más, el Gobierno capitalino permitirá que cuatro actividades puedan reabrir, como papelerías, artículos de cocina, ópticas y tiendas de acabados.

Se realizó un recorrido por la zona y observó cómo, a pesar del arribo de capitalinos, las actividades no están del todo abiertas, sobre todo las comerciales, pues en su mayoría los negocios permanecen con las cortinas abajo.

Algunos locales ubicados en la calle 16 de Septiembre operan con las cortinas metálicas abajo, con una puerta abierta y con trabajadores afuera para captar clientes, como las tiendas de fragancias o perfumes.

Aunque se espera que en febrero puedan abrir otros negocios, como tiendas de ropa en plazas comerciales, en el primer cuadro de la Ciudad algunos de estos giros continúan sus ventas, o trabajadores acuden para revisar la mercancía.

"Que los restaurantes hayan sacado sus mesas le da más vida al Centro", dijo una de las visitantes, quien acudió el mediodía del sábado a visitar las ópticas de Tacuba, quienes durante la contingencia han desplegado a sus trabajadores por diferentes calles de la colonia Centro para llevar clientes.

Otras personas refirieron: "Es muy difícil que las actividades puedan seguir detenidas, a muchos nos están afectando, incluso si queremos venir a comprar algo, todo está cerrado. Ahora sí que dependerá de uno si se cuida o no".

Para la señora Martina, la apertura debe ser gradual, como lo ha anunciado el gobierno local, pero dijo que "los bares y antros aún tienen que esperar, si no esto no se va a detener".

Durante el recorrido se observó a las personas deambular por las calles, en silencio, otras apenas murmurando, por lo que el clamor y ruido que caracterizaban al Centro antes de la contingencia sigue apagado.

Desde avenida Juárez hasta Madero, los restaurantes se apegaron a las medidas sanitarias y el reflejo fue que los visitantes acudían a comer o tomar un café, bajo una tarde calurosa. Las mesas afuera de los negocios daban otra aura a las calles, sin importar que el resto de los giros sigan cerrados.

Las calles del Centro Histórico quedaron libres de filtros y desviaciones, ya no había personal de la secretaría de Gobierno local pidiendo a los visitantes formarse sobre las cruces amarillas marcadas sobre el piso.

Los trabajadores que permanecían repartiendo gel, en ocasiones pasaban desapercibidos por las personas que transitaban por esta zona, aunque las mareas humanas en esta ocasión no se percibieron.

El Zócalo capitalino también quedó libre de vallas metálicas, los bancas frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento estaban ocupadas por los capitalinos, algunos de ellos usándolas de mesa para los tacos de canasta.

Sobre las calles de Pino Suárez y Venustiano Carranza, el panorama era desolador, pues el comercio ambulante no permanecía en los sitios que solían ocupar y que desbordaban la aglomeración de personas; esta vez todo estaba tranquilo, a la espera de una reapertura total del primer cuadro.



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