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Señalan deplorable salud de migrantes

Señalan deplorable salud de migrantes


Publicación:07-09-2021
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Casi 100 personas hicieron fila en la clínica.

TAPACHULA, Chis./EL UNIVERSAL.- Las condiciones de salud de los miles de migrantes que se encuentran en Tapachula son "deplorables", como constataron este lunes médicos y los propios pacientes, durante una jornada de salud que brindó una clínica móvil que se instaló afuera de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Tapachula, donde unos 2 mil migrantes de Haití, Cuba, Venezuela, Colombia y Centroamérica hacen fila diariamente en un intento de conseguir el estatus de refugiado. Casi 100 personas hicieron fila en la clínica. Madres haitianas y hondureñas fueron de las primeras en acercarse y se quejaron de que sus hijos padecen tos, gripa, fiebre y diarrea.

Dicen que cuando llevan a los niños a las instituciones públicas de salud les niegan la atención por no contar con el documento de protocolo de la Comar. En esa fila se encontraba el haitiano Estif, de 21 años de edad, quien repentinamente se desmayó en la calle y sus compañeros lo ingresaron a la clínica móvil, que apenas se preparaba para atender a decenas y decenas de pacientes.

El diagnóstico médico arrojó una peritonitis y de inmediato fue trasladado en una ambulancia al hospital regional. El médico reportó a sus amigos que el hombre se encontraba en condiciones deplorables de salud. No era el único.

Sentados en una banqueta, Yomai y Disyei, padres del pequeño Jean Gabriel, de cinco meses de nacido, quien sufrió un accidente y se fracturó la pierna derecha, esperaban que el menor pudiera ser atendido. "Aquí no hay atención de médicos a niños. Mi hijo está quebrado desde hace 15 días de su pierna y no lo quisieron atender en el hospital, lo tuve que llevar a una clínica privada", se quejó el padre de familia.

Explicaron que no tienen dinero para llevarlo de nuevo al doctor y por eso ahora aprovecharán para que lo atiendan en esta clínica móvil. María Alejandra Medina, una hondureña de 28 años de edad, también esperaba impaciente que atendieran a sus hijas Greichel Isabel, de dos años, y Yoshua, de nueve, que desde hace varios días presentan tos, gripa y fiebre. La madre dice que han pasado frío y lluvia porque viven en la calle desde hace 15 días. Relata que ella y su familia huyeron de Honduras por la violencia y su cita para tramitar su estatus de refugiados ante la Comar es para el 10 de diciembre.

"¿Qué voy a hacer estos tres meses? En la calle aguantamos la lluvia, el sol y hambre, es difícil", lamenta María Alejandra. Al respecto, Médicos Sin Fronteras denunció la "vulnerabilidad extrema" en la que están los migrantes, hacinados y sin servicios médicos en Tapachula, Chiapas, y Reynosa, Tamaulipas.

En un comunicado, la ONG advierte que el deterioro de la situación de los migrantes, resultado del "fracaso" de las políticas de asilo de México. En tanto, decenas de migrantes haitianos marcharon este lunes para exigir que se agilicen sus trámites ante la Comar y puedan abandonar esta ciudad, donde no tienen oportunidades y son discriminados. En los últimos ocho meses, 77 mil 559 migrantes han tramitado su estatus de refugiados ante Comar, de los cuales 55 mil permanecen en esta ciudad, en su mayoría procedentes de Honduras (29 mil 699) y Haití (18 mil 883), según cifras de la Comisión.

REÚNEN A MADRE Y NIÑA SEPARADAS EN OPERATIVO DEL INM

Tras horas de angustia y desesperación, Alejandra Gutiérrez, migrante venezolana, se reencontró con su hija, Alexi, de tres años de edad, de la que fue separada durante el operativo violento que realizaron el domingo elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y Guardia Nacional (GN) para desmantelar la cuarta caravana migrante, en el municipio de Huixtla.

Alejandra, quien viajaba en la caravana con su esposo, tres hijas de 13, cinco y tres años, y un niño de 12 meses, además de su madre y hermana, responsabilizó a los agentes del INM por haber perdido a su niña cuando, a jalones y empujones, la obligaron a subir a un vehículo, a pesar de las súplicas de la mujer de que su hija se había quedado en el lugar.

Un joven venezolano protegió a la niña, que se quedó sola en Huixtla, y se puso en contacto con la familia de Alejandra, que se encontraba en Venezuela, para triangular un encuentro y entregar a la menor. Este lunes por la mañana, bajo la supervisión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Grupo de Protección al Migrante Beta Sur, se hizo entrega de la niña

. EL UNIVERSAL entrevistó a Alejandra el domingo, cuando en compañía del grupo Beta Sur buscaba a su hija y culpó a los agentes migratorios de lo sucedido.

"Yo tenía a mis dos niñas agarradas, la de cinco y la de tres años, y a mí me agarraron (los de migración) por una mano y me hicieron que la soltara; les gritaba que me dejaran agarrar a mi niña y no me dejaron", narró entre llanto y desesperación.

En un video que circula en redes sociales se ve a la mujer arriba de una camioneta de migración gritando que le falta una niña, pero los agentes sólo la empujan, no le hacen caso, cierran la puerta del vehículo y éste se pone en marcha.



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