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Se desborda flujo migratorio en México
Publicación:27-02-2023
TEMA: #Migracion
Las habitaciones destinadas a mujeres, hombres y familias con niños son insuficientes para alojar a poco más de 600 migrantes por día
Ixtepec, OAX / El Universal Las instalaciones del albergue Hermanos en el Camino en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, están colapsadas.
Las habitaciones destinadas a mujeres, hombres y familias con niños son insuficientes para alojar a poco más de 600 migrantes por día, quienes, ante la falta de espacios, duermen en la tierra, bajo campamentos de cartón, telas descoloridas y piedras.
Al amparo de la sombra de los árboles de mangos y huanacastles, los chinos, sirios, yemeníes, afganos, iraquíes, senegaleses, jordanos y paquistaníes, que son los nuevos rostros de la migración, buscan sacudirse el calor que llega a los 33 grados.
El fenómeno migratorio, dice el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino —que hoy cumple seis años—, “va en aumento por diversas causas vinculadas a la pobreza y violencia, no le veo una solución cercana ni lejana. Simplemente no veo una solución”.
Alerta que la migración está colapsando la vida de los pueblos del Istmo de Tehuantepec. Refugio rebasado. La cocina, los baños, los lavaderos de ropa y la capilla están perdidas entre decenas de tendederos de los que cuelgan las ropas de los menores y sus padres. Los pasillos y patios están intransitables por cartones donde los migrantes descansan. Cancelamos uno de los tres alimentos diarios, el de la cena, porque no tenemos suficiente.
Con 600 migrantes preparamos más de 80 kilos de arroz por día, apenas pagamos la deuda de las tortillas; una persona de Juchitán nos dona todas las tardes 500 bolillos y en las mañanas se forman largas filas en el baño porque el agua no alcanza”, dice el también activista.
“En materia de salud, nuestra preocupación son los niños que llegan anémicos, desnutridos y también velamos por las mujeres embarazadas y los migrantes que sufren accidentes en su traslado. Por fortuna, el Insabi nos envía medicamentos y surte a hospitales de la región”.
Entre intereses de EU y contradicciones del INM. Para Solalinde Guerra, la migración en el sur oaxaqueño forma parte de la errática y contradictoria política del Instituto Nacional de Migración (INM) y de los intereses de los políticos demócratas y republicanos de Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Desde 2021 “hemos documentado una política contradictoria del INM que raya en la corrupción y que debe ser desterrada.
Por un lado, la Dirección de Regulación Migratoria expide permisos a los migrantes y, por otro lado, la Dirección de Verificación Migratoria se los arrebata y los detiene”. Bajo ese esquema “contradictorio y corrupto”, acusa, el INM ha convertido a la estación migratoria de Villahermosa, Tabasco, en el mayor centro de confinamiento de migrantes desde 2021, que aun con permisos de tránsito, son detenidos.
En Estados Unidos, comenta Solalinde, “los republicanos señalan a los migrantes como delincuentes, invasores y utilizan ese discurso de cara a la campaña presidencial de 2024, mientras que los demócratas quieren que México contenga a los migrantes y que les permita esperar en nuestro país. A los migrantes nadie los para. Cueste lo que les cueste, seguirán adelante”, advierte.
Lo mejor, dice, es que Estados Unidos les facilite contratos laborales temporales, que regresen a su tierra al término de su estancia y esperen otra convocatoria de trabajo, porque de lo contrario la migración seguirá descontrolada, insegura y a merced del crimen organizado. Pide fiscalía especial para migrantes.
Alejandro Solalinde expresa su deseo de reunirse con el gobernador Salomón Jara Cruz para pedirle una fiscalía especial de migrantes en la región del Istmo de Tehuantepec.
Además, dice, “es necesario fortalecer los esquemas de seguridad y de defensa de los derechos humanos de los migrantes, porque el fenómeno de la migración crece y lamentablemente es desordenada y está desbordando la vida de los municipios istmeños, donde es común ver a familias completas pidiendo dinero para viajar o comida para resistir”.
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