Recurren partidos a celebridades

Las apuestas de los partidos políticos para las elecciones del 6 de junio de este año, que se señalan como las más grandes e importantes de la historia moderna, están en la farándula.

Las y los famosos —artistas, cantantes, modelos, deportistas— se llevan las candidaturas a gobernadores, presidentes municipales y legisladores en diversos institutos, quienes los presentan como la opción ciudadana ante "los partidos del pasado".

"Los ciudadanos tendrán que elegir entre los partidos del pasado que representan polarización y un nulo avance para el Estado, o hacerlo por instituciones que abren las puertas a ciudadanas y ciudadanos de bien", señaló Movimiento Ciudadano (MC) al presentar a la cantante Francisca Viveros Barradas, conocida popularmente como Paquita la del Barrio, como su precandidata a la diputación local por el Distrito 08 de Misantla, Veracruz.

"EL CASTING"

En Jalisco, el exfutbolista Adolfo "El Bofo" Bautista, el cantante Vicente Fernández júnior, Mariana González Padilla, novia de este último, y el comunicador Beno Albarrán —actual regidor por Morena en Guadalajara— buscarán contender por un escaño en el Congreso de Jalisco con el Partido Encuentro Solidario (PES).

En Querétaro, Carlos Villagrán "Kiko", es precandidato independiente por la gubernatura, y el exfutbolista Adolfo Ríos, tiene el registro por el Partido Verde (PVEM) y MC para buscar la presidencia municipal capitalina.

En Baja California, el Partido Acción Nacional (PAN) está en negociaciones con la exreina de belleza Lupita Jones para que sea su candidata al gobierno estatal, mientras que en Yucatán se apostó por el clavadista Rommel Pacheco, para competir por una diputación federal.

En Nuevo León, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene como precandidatos a diputados federales al actor de telenovelas Arturo Carmona y al ciclista Raúl Alcalá. Patricio "El Pato" Zambrano, famoso por participar en un reality show hace 19 años, buscará en esta ocasión una diputación local.

OPORTUNISMO POLÍTICO

En opinión del analista político y académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Jorge Rocha, esta es una estrategia que los partidos tradicionales han seguido para tratar de sortear la crisis de credibilidad que arrastran, tratando de afianzarse en la fama pública de ciertos personajes.

Recuerda que cualquier mexicano mayor de edad que no tenga coartados sus derechos políticos puede aspirar a un puesto de elección popular y es deseable que los ciudadanos se interesen por participar en la política, pero cuando es gente que jamás se ha interesado por la vida pública, suena a oportunismo político.

"Resulta muy obvio que en vez de estar buscando los mejores perfiles, lo que se pretende es utilizar de forma electoral una fama pública que se ha construido en otro tipo de ámbitos y que, después cuando pasan estas cosas, los resultados en términos de gestión gubernamental no han sido los mejores; el caso que todos podemos recordar es el de Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, que en todas las mediciones de aprobación de gobernadores siempre está en los últimos sitios", señaló.

Indicó que el tener una carrera exitosa no implica que vayan a tener un buen desempeño político, y menos si tienen una nula trayectoria política y ni siquiera han mostrado públicamente su interés por los problemas del país o han realizado acciones para cambiar la situación.

"Los partidos políticos tradicionales están viviendo una severa crisis y los nuevos partidos tampoco han mostrado procesos de cambio profundo para crear entidades políticas distintas".

"Entonces, frente a este escenario, en el que no hay nuevos perfiles o liderazgos ciudadanos o políticos novedosos, pues sí es una receta esto de acudir a este tipo de perfiles que cuentan con una fama pública, pero que sus capacidades para ejercer un puesto público quedan en entredicho", refirió el analista.

Explicó que esta crisis tiene que ver con la falta de democracia interna, con haber dejado de lado la formación de cuadros, como ocurrió con el PAN y el PRI, pero sobre todo, con haberse alejado de la ciudadanía.

"Se encerraron en una burbuja de poder, dejaron de ver las necesidades de la gente, de tener como el principal interlocutor a los ciudadanos y pues esta desvinculación lo que ha generado es una tremenda desconfianza a los partidos", dijo.

Además, consideró, decisiones como ésta también implican una creencia de que la ciudadanía no tiene capacidad de discernimiento, cuando en realidad las últimas elecciones muestran un electorado mucho más crítico y estratégico.