banner edicion impresa

Nacional Estados


Nochebuena: Poblanos mantienen su precio

Nochebuena: Poblanos mantienen su precio
Ni la pandemia detiene esta hermosa tradición

Publicación:30-11-2020
++--

Aún con las condiciones sanitarias y los bajos ingresos de este año, los vendedores afirman que los precios no se modificaron

"No se permite la entrada sin cubreboca", dicen los primeros letreros que se leen en esta localidad poblana, en donde más de 250 productores y vendedores de la región ofertarán durante las próximas semanas 150 mil flores de nochebuena, pese a la pandemia causada por el Covid-19.

Aun con las condiciones sanitarias y los bajos ingresos de este año, los vendedores afirman que los precios son los mismos que en temporadas anteriores.

Gregorio Serrano, productor de uno de los viveros más grandes de la zona, dice en entrevista que los precios se deben a un convenio al que se llegó entre todos los locatarios de la región.

"El acuerdo fue para no afectarnos más, con todo y los problemas que tuvimos de salud en todo el país [derivados del confinamiento por Covid-19], así como el aumento en el precio de algunos ferilizantes y plaguicidas que son necesarios para la nochebuena, y de esta manera se recuperará la inversión y que no se nos quede la flor", refiere.

Añade que como productor invierte cerca de un millón de pesos para producir 150 mil nochebuenas, y que el esfuerzo que hacen en sus viveros comienza en julio de cada año para poder sacar la producción anual.

De acuerdo con Gregorio Serrano, la nochebuena requiere de cuidados especiales desde que se siembra, ya que la mayoría de estas flores no provienen de semillas, sino de las plantas que no se venden de años anteriores.

"Las plantas que se nos llegan a quedar las utilizamos para que sean madres de la producción del siguiente año. Lo que hacemos es que les cortamos las ramas y les ponemos un enraizador, este es un químico que hace que la raíz salga y pueda darse una nueva planta en tres meses", detalla.

Luego de ello, y cuando las ramas tienen raíz, las nochebuenas son trasplantadas en macetas que tienen que estar fertilizadas y limpias para que la flor se dé, y son resguardadas en domos o túneles a temperatura baja y en condiciones húmedas hasta que tengan alguna hoja; este proceso lleva alrededor de cuatro semanas.

Para que las nochebuenas lleguen a su punto exacto tardan aproximadamente ocho semanas, entonces los trabajadores se encargan todos los días de podarlas, ponerles fertilizantes y plaguicidas, y de agregarles agua desde muy temprano.

Para vender nochebuenas en el norte del país, los camiones tardan en llevarlas entre tres y cuatro días y deben tener sistema de refrigeración. Las plantas van envueltas en papel de estraza y listas para ofertarse. Los primeros lotes de nochebuena, dice el productor, salieron en octubre y esas flores tienen la capacidad de durar hasta febrero de 2021.

La pandemia no ha sido un impedimento para que la nochebuena se venda, debido a que en Atlixco toman todas las medidas necesarias y las personas van con más calma a hacer sus compras; sin embargo, allí es complicado mantener la sana distancia.

Los precios de las nochebuenas dependen del tamaño que éstas lleguen a alcanzar, van desde las tres pulgadas y llegan a medir hasta 12, los costos varían desde los 18 y hasta los 120 pesos (por mayoreo). De acuerdo con vendedores de la zona que prefieren no dar sus nombres, es más fácil lograr la venta de nochebuena porque la gente no quiere perderse esta temporada pese al Covid.

En este sentido, apuntan que el problema que se vio con el cempasúchil es que se tiró a la basura, pues los panteones fueron cerrados y no se vendió.

En Atlixco, Puebla, se ofertan diversas clases de nochebuenas, como la de rehilete, las que es de aspecto jaspeado con amarillo; la que es de color rosa mexicano (pink); la jaspeada en verde; la de tonalidad más tenue al rojo (orange), la jaspeada en rojo; la que su color asemeja a uva morada, la yellow, y la tradicional primero red.

Sin embargo, las pink y orange sólo se encuentran en esta región, gracias al esfuerzo de los productores que han trabajado cuatro o cinco años para lograr estos tonos en las bellas flores.



« El Universal »