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Lágrimas y miedo reinan durante los sepelios de periodistas

Lágrimas y miedo reinan durante los sepelios de periodistas


Publicación:12-05-2022
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El llanto desconsolado de la madre abrazó el lugar

MINATITLÁN, Ver./EL UNIVERSAL.- El termómetro marcó los 28 grados en Minatitlán y en el rostro de los familiares de Yesenia Mollinedo Falconi se notaba el cansancio. Las extenuantes temperaturas y el ambiente hostil al que se enfrentan los medios de comunicación al sur de Veracruz provocaron que el velorio de la periodista se ensombreciera y se mantuviera desolado. Se cuentan dos días desde que Yesenia fue asesinada junto a Sheila Johana García Olivera, camarógrafa del medio digital El Veraz, y llegó la hora del sepelio. Alrededor de las 10:45 horas de ayer, familiares y compañeros de las reporteras caminaron detrás de una camioneta que llevaba el cuerpo de Yesenia en el panteón Hidalgo para despedirse de ellas entre llantos y desencajo. El asesinato de las periodistas fue publicado y comentado a nivel internacional, pero al panteón municipal llegaron no más de 20 personas. La inseguridad provocada por la delincuencia en Minatitlán y Cosoleacaque impidió que Yesenia y Johana fueran despedidas por algunos de sus familiares, pues "temen ser atacados". Esto no le importó a doña Aurora, madre de Yesenia. Su hija menor fue asesinada un día antes de que festejaran el Día de la Madre y días después de que le confesara su miedo a ser atacada por la delincuencia. La mujer caminó del brazo de sus hijos hasta la fosa. La premura de los hechos la obligó a pasar en vela estos días frente al féretro de su hija y su salud se encuentra desgastada. "Me dejaste muy sola, hija. Te amo. Que la luz de Dios brille en ti. Adiós, madre mía. Mi bebé", se despidió doña Aurora. Luego de esto, reinó el silencio. El llanto desconsolado de la madre abrazó el lugar y, por un momento, la mujer se deshizo en los brazos de su hijo. En ese momento olvidó que, desde que asesinaron a Yesenia y Joahana, sujetos desconocidos a bordo de motocicletas acechan su casa y que reciben llamadas de números desconocidos. Esta situación los aturde. El miedo es contaste y temen por su vida. Minutos después y alejada de la familia de Yesenia, a pesar de que mantenían una relación pública, llegó el cuerpo de la camarógrafa. A Sheila Johana la acompañaron tres de las personas más importantes para ella: sus hijos, de seis, 11 y 15 años. Abrazados de sus familiares, despidieron a su madre. Desde que Johana trabajaba en El Veraz, la relación con ellos floreció y disfrutaban el ir al cine juntos. Johana encontró en el periodismo un escape del alcoholismo, pero a casi seis meses de iniciar, su sueño se frustró. Al igual que Yesenia, el sepelio no duró más de media hora.

MANIPULARON CELULARES DE PERIODISTAS ASESINADAS, ACUSA FAMILIA

Familiares de Yesenia Mollinedo, una de las dos periodistas asesinadas en Veracruz el 9 de mayo, acusaron que una hora después del crimen el celular de la camarógrafa Sheila Johana García fue manipulado por autoridades. Esto, a la par de que en redes sociales se emprendían campañas para revictimizar a las comunicadoras. "El celular de Johana fue manipulado a las cuatro de la tarde del mismo día [del crimen]. Estábamos checando las redes y ella estaba como conectada. Alguien de la fiscalía manipuló su teléfono", acusó Ramiro Mollinedo, hermano de la víctima, desde el panteón municipal de Minatitlán, donde los restos de las periodistas fueron sepultados ayer. De acuerdo con Mollinedo, su hermana registró su última actividad en el teléfono alrededor de las 14:45 horas, cuando se comunicó con su familia. Yesenia y Sheila fueron acribilladas después de las 15:00 horas en el estacionamiento de un Oxxo en el municipio de Cosoleacaque. Los asesinos habrían disparado contra ellas en 16 ocasiones. REVICTIMIZACIÓN Ramiro Mollinedo señaló que, a la par de que el celular de Sheila presuntamente era manipulado, comenzaron a difundirse mensajes revictimizantes sobre ambas mujeres, que iban desde vincularlas con actividades delictivas hasta aderezar con morbo la relación que ellas tenían. Sobre estas filtraciones habló el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, pero no para anunciar una investigación contra los servidores públicos que recabaron las pertenencias de las periodistas asesinadas, sino para responsabilizar a periodistas de los mensajes en redes. "Apenas estábamos en eso cuando ya un periodista había sacado que le encontraron a la víctima 'cosas'. Bueno, no es un periodista, alguien que tiene un espacio en Facebook, Twitter", declaró García Jiménez en rueda de prensa desde el palacio de gobierno de Veracruz. Dijo que después de los mensajes revictimizantes, llamó al secretario de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez, para corroborar que, como se sugirió en redes, en el vehículo donde acribillaron a Yesenia y Sheila hubiera drogas y un arma. "Le dije: '¿Es cierto eso?', ¿por qué lastimar o exhibir?", agregó el mandatario estatal. Las declaraciones de García Jiménez sólo exacerbaron las inconformidades de periodistas que conocieron en vida a las dos compañeras asesinadas. Ramiro Mollinedo amagó con denunciar a las personas que filtraron los mensajes revictimizantes: "Queremos saber quién ordenó a sicarios cometer el crimen", expresó. En un funeral con pocas personas, pocas oraciones y pocas despedidas, Ramiro Mollinedo pidió al gobierno de Veracruz dar con los responsables del doble crimen. Con Yesenia y Sheila suman 31 periodistas asesinados en Veracruz durante los últimos 17 años; seis de ellos, mujeres.



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