'Imposible, que gobierno reponga dinero de fondos'

A medida que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se acerca a su fin, la reposición total de los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y del Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) se vislumbra como prácticamente imposible. Aunque se han realizado esfuerzos desde 2022 para reforzar estos fondos, se estima que para diciembre de 2024 no se habrá repuesto ni siquiera la mitad del capital inicial.

La aprobación de una reforma en marzo pasado buscaba incrementar las fuentes de financiamiento de estos fondos, sin embargo, la magnitud de la tarea es evidente, ya que se necesitarían más de 308 mil millones de pesos para alcanzar los niveles de 2018 en ambos fondos.

Desafíos en la reposición de recursos

A pesar de que durante los dos primeros meses de 2024 se realizaron transferencias al FEIP y al FEIEF, las sumas no han sido suficientes para restablecer los niveles de 2018. La reducción drástica de los fondos desde 2019 y su utilización en diversas ocasiones, incluyendo la pandemia y crisis posteriores, ha dejado al FEIP y al FEIEF con saldos insuficientes para futuras eventualidades.

Aunque la aprobación de la reforma legislativa en marzo busca reforzar el FEIP mediante nuevas fuentes de financiamiento, los expertos advierten que es tarde para recuperar los niveles iniciales. Aunque la medida es positiva, será difícil alcanzar las cifras con las que se inició la administración actual.

Pronósticos y análisis

Expertos como Emilio Sánchez Salazar señalan que los fondos se encuentran en una situación precaria, con recursos insuficientes para cumplir su propósito original. El FEIEF se ha utilizado repetidamente, y su saldo ha sido potenciado mediante endeudamiento, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para afrontar futuras crisis.

Aunque la reforma legislativa busca fortalecer el FEIP, la tarea de reponer los recursos faltantes será desafiante. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la reposición total de los fondos parece improbable, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del Estado para afrontar crisis futuras y garantizar la estabilidad financiera.