Falta regular circulación de motos, dicen expertos

CIUDAD DE MÉXICO.Pablo pensó que al comprar una moto ahorraría tiempo y dinero en los traslados a la fábrica donde trabajaba, pero un impacto con otro conductor de motocicleta que no redujo su velocidad al llegar a un semáforo le provocó una lesión que lo acompañará de por vida, al igual que el recuerdo de haber participado en uno de los 40 incidentes mortales que involucraron a motociclistas durante los tres primeros meses del año.

Entre enero y marzo, los incidentes de tránsito protagonizados por conductores de motos provocaron la muerte, en promedio, de 2.5 personas al día, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad (Semovi).

Según paramédicos y un conteo hecho por EL UNIVERSAL, la cifra alcanza ya 98 fallecidos en lo que va del año. Del corte que hizo la Semovi en marzo, se han acumulado 58 muertes más.

Los decesos se multiplican con velocidad similar al número de motocicletas que circulan por la Ciudad. Según el Inegi, de 2018 a 2020, el parque de estos vehículos se incrementó 26.8%.

En el Edomex y la CDMX se concentra 24.4% del total de motos en el país. En 2021 se sumaron un millón 260 mil unidades a la circulación en todo México.

Este aumento se nota en calles y avenidas del Valle de México, pero también en las banquetas, pasos peatonales y ciclovías.

Precaución cero

Era sábado por la mañana, Pablo esperaba la luz verde del semáforo en un crucero de la alcaldía Benito Juárez para avanzar. Distraído, sin mirar los espejos retrovisores, no se percató de la velocidad de una motocicleta que se acercó sin frenar hasta pegar contra su pierna y motoneta.

La lesión lo mantiene en terapias y desempleado, pues el calor de la fábrica donde trabajaba no es compatible con el implante que le colocaron.

El hombre que lo embistió, además de conducir sin precaución, llevaba un casco que al momento del impacto se partió y lo dejó desprotegido.

Según la OMS, portar un casco certificado reduce el riesgo de morir en un accidente de motocicleta hasta 40%, pero en la Ciudad de México es común ver a personas a bordo de estos vehículos sin ningún equipo de protección.

El artículo 37 del Reglamento de Tránsito establece la obligación de los conductores de portar casco con especificaciones para motociclista y, de preferencia, usar visores, chamarra o peto para protección, guantes y botas. La realidad es que pocos cumplen con la disposición.

En otro hecho, tres hombres que viajaban en sentido contrario en una motoneta chocaron contra un auto estacionado en la colonia Anáhuac. Ninguno de los tres llevaba casco. Dos murieron de inmediato a causa del impacto y otro está grave.

Un estudio del investigador en movi-lidad, David Berrones, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señala que los cascos usados en México no responden a las especificaciones de forma y tamaño, y en muchas ocasiones únicamente sirven para evitar sanciones de tránsito.

Uno de los problemas para adquirir equipo de protección certificado es el alto costo, que en muchas ocasiones es mayor al precio de motocicletas y motonetas de bajo cilindraje.

El especialista indica que en México no existe sanción para quienes no porten cascos certificados, porque obligar al motociclista a pagarlo tendría un costo político.

Se solicitó información sobre la cantidad de multas aplicadas a motociclistas a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, pero al cierre de la edición no respondió.

Otro hecho que fomenta la falta de respeto a las reglas es la posibilidad de acumular infracciones sin riesgo de que eso les impida circular. Los automovilistas, por ejemplo, obligados a verificar su vehículo dos veces por año, deben mostrar que no tienen sanciones pendientes.

Los especialistas coinciden en que las vías confinadas y medios de transporte eficientes harían que gran parte de los usuarios de moto dejaran de arriesgarse.

Su condición de transporte accesible y barato ha provocado el auge en el uso de estas unidades. Repartidores y mensajeros las han convertido en su herramienta de trabajo, pero la cifra de incidentes graves y quejas subraya la falta de control que existe sobre estos conductores.