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Entregan restos de víctimas de la ´Guerra Sucia´

Entregan restos de víctimas de la ´Guerra Sucia´
53 años después, entregan los restos de cinco campesinos asesinados por el Ejército.

Publicación:08-12-2024
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Los cuerpos fueron trasladados a la FGE para su identificación genética. Esa vez, exhumaron siete cadáveres, pero sólo entregaron cinco.

Tardaron 53 años para que cinco campesinos que fueron asesinados por el Ejército en comunidades del municipio de Ajuchitlán del Progreso, durante la persecución contra el líder guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, volvieran con sus familiares.

Los familiares de los cinco campesinos recibieron los restos de sus parientes en el Servicio Médico Forense (Semefo) y después los trasladaron a la puerta de la 35 Zona Militar, en Chilpancingo para exigir justicia.

En el Semefo pasaron 10 horas, pues, desde muy temprano esperaron a que personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) se los quisieran entregar. Los cadáveres que recibieron fueron el de Apolonio Hernández Bernardino, José Isabel Rojas Bernardino, Gervacio Bernardino Durán, Bartolo Rojas Nazario y Pablo Rojas Terán, un adolescente de 14 años.

En septiembre de 2023, los cinco cuerpos fueron exhumados de fosas clandestinas ubicadas en las comunidades de Los Espadines y Las Desdichadas, en el municipio de Ajuchitlán, en la parte que colinda entre la región de la Costa Grande y la Tierra Caliente.

Después fueron trasladados a la FGE para su identificación genética. Esa vez, exhumaron siete cadáveres, pero sólo entregaron cinco.

De acuerdo con el relato de sus familiares, los campesinos fueron asesinados por militares en julio de 1971, cuando el Ejército emprendió una persecución contra Lucio Cabañas, quien fundó el Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, desde donde lanzó su guerrilla.

En esa persecución, el Ejército asesinó y desapareció a cientos de personas. De acuerdo con distintos estudios, en el periodo denominado Guerra Sucia fueron desaparecidas más de 600 personas.

Familiares de los campesinos, en compañía de colectivos de desaparecidos, fueron quienes localizaron las fosas clandestinas en donde estaban los cuerpos.



« El Universal »