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Convocan connacionales protestas contra las redadas

Convocan connacionales protestas contra las redadas
Desde el 20 de enero, 142 mil personas mexicanas han sido repatriadas desde EU, según datos oficiales.

Publicación:14-12-2025
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Trabajadores indocumentados denuncian miedo constante, especialmente tras rumores de operativos en Metro, restaurantes y obras.

A unas calles de la Casa Blanca, donde el césped impecable contrasta con el frío cortante del invierno, un volante arrugado circula de mano en mano entre comunidades migrantes mexicanas que invita a manifestarse de forma pacífica contra las políticas migratorias de Donald Trump.

El documento, encontrado en vecindarios latinos de la capital estadounidense, refleja el hartazgo y la angustia que viven miles de trabajadores indocumentados ante el endurecimiento de las políticas migratorias del presidente Trump.

La tensión se respira incluso antes de llegar al Lafayette Square o la icónica avenida Pennsylvania.

Un vehículo de la Policía Metropolitana de D.C., estacionado con las luces encendidas, recuerda que la seguridad se ha vuelto tema central en la zona después del tiroteo registrado recientemente cerca de la Casa Blanca. Pero para los migrantes, la violencia armada es sólo uno de los temores: el principal sigue siendo las redadas.

En los pasillos del Metro, en las cocinas de los restaurantes, en el servicio de limpieza de los hoteles o en las obras de construcción del centro corre un mismo rumor: las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se han intensificado. Y pueden ocurrir en cualquier parte: en el camino al trabajo, al ir de compras, incluso al acudir a centros religiosos.

"Vivimos con miedo todos los días", cuenta Mario Hernández, mexicano que lleva 15 años en Washington D.C. y que acepta hablar mientras mira constantemente hacia ambos lados de la banqueta.

"Uno ya sabe que en cualquier momento pueden detenerlo. Pero uno también se prepara", dice.

Mario guarda en su cartera una tarjeta con números de emergencia, el contacto de un abogado y notas con instrucciones para su familia "por si me llevan".

Lo mismo sucede con Carmen, mexicana de 23 años, que, si bien tiene residencia por haber nacido en Estados Unidos, su temor es que se puedan llevar a sus padres y tíos, quienes llevan más de 30 años de forma ilegal.

En ese sentido, la también cocinera solicita a la presidenta Claudia Sheinbaum que sea más enfática para pedir a Trump que detenga la violencia contra los mexicanos.

"Debemos seguir exigiendo. La respuesta no es regresar a México ni mucho menos opción, pues si bien somos mexicanos, nuestra vida está construida en este país de migrantes", señala.

Decenas de migrantes como ellos han empezado a organizarse. Quieren estar listos no sólo para posibles operativos, sino también para protestar. Por eso el volante —con un llamado a rodear la Casa Blanca— ha encontrado eco entre quienes se sienten atrapados entre su vida en Estados Unidos y el temor constante a ser deportados.

Muchos lo consideran un símbolo de resistencia y también un recordatorio: "No se puede convivir con el fascismo de Trump", dice uno de sus párrafos.

De acuerdo con datos del gobierno federal al 11 de diciembre, ante las redadas en Estados Unidos han sido repatriadas 142 mil personas mexicanas desde el 20 de enero, cuando Donald Trump entró a la presidencia estadounidense.

Desde el 20 de enero, 152 mil 592 personas en total han sido repatriadas (142 mil 706 mexicanas y 11 mil 886 extranjeras). El miércoles fueron retornadas 372 personas: 305 mexicanas y 67 extranjeras.

Mientras que el programa México te Abraza reportó 814 mil servicios brindados. La Casa Blanca, rodeada por rejas negras, sirven como metáfora involuntaria: un poder que se mira de cerca, pero que se siente lejano y hostil para quienes viven a la sombra de las políticas migratorias más agresivas de los últimos años.

La comunidad mexicana en Washington no se ha rendido. Se organizan, comparten información, enseñan a otros cómo actuar durante una detención y mantienen la esperanza de que la presión social pueda frenar los operativos.

Lo anterior hizo contraste con la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien viajó la semana pasada a Washington para sostener una reunión trilateral con Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney.

 



« El Universal »