Arriba caravana aérea de migrantes a Tijuana

TIJUANA, BC./EL UNI.- Cuando José María vio llegar a su albergue a los más de 100 migrantes tomó el megáfono y dio las indicaciones, pero ninguno hablaba español y nadie en el refugio portugués, por lo que con una aplicación móvil rompió la barrera del idioma y se dirigió a decenas de brasileños. A diferencia de los migrantes centroamericanos que viajan en caravana por tierra y atraviesan decenas de peligros, quienes vienen de los países sudamericanos lo hacen también en caravana, pero desde el aire y con dinero suficiente para permitirse pagar hoteles en las ciudades fronterizas, antes de cruzar a Estados Unidos. Con ellos se abre la ruta aérea de migrantes. En menos de un día, más de 200 sudamericanos —casi todos de Brasil y unos cuantos más de Venezuela, Colombia y Ecuador— llegaron a Tijuana. No han sido los únicos, el fin de semana pasado otro medio centenar fue rescatado tras ser abandonados por sus traficantes. Afuera del albergue Movimiento Juventud 2000, enclavado en la zona norte de la ciudad, decenas de brasileños esperaban en las sillas que el director, José María García, plantó para ellos sobre la banqueta. Cada uno viajó, no con una, sino con varias maletas; ninguno pidió comida, ni agua, algunos ni el baño. Sólo querían saber cómo pedir un taxi para registrarse en alguno de los hoteles ubicados en las principales zonas comerciales de Tijuana, donde reservaron desde Brasil. Los números del gobierno mexicano y estadounidense son claros: en las cifras de 2020 y 2021 hay un récord en la llegada de migrantes de Brasil. Según el último boletín mensual de la Unidad de Política Migratoria (UPM), Baja California fue el segundo estado del país, sólo después de Chiapas, con más sudamericanos presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM). Entre enero y septiembre de este año fueron 811 en total; durante todo 2020 la cifra apenas alcanzó los 61. Directores de diferentes albergues identificaron cuando personal del INM les entregó un permiso de menos de dos semanas; luego, los responsables de su cruce los recogieron en las instalaciones, con pagos de hasta 30 mil dólares. "Nos explicaron que el INM los deja como turistas y sólo les está dando permiso de 10 días para moverse sólo en Tijuana, porque dicen que vienen a conocer, porque ya traen pollero. Entran al baño, se toman la foto y vámonos", detalló una activista que visita los albergues, quien prefirió no ser identificada. Elizangela es una de los 158 migrantes de Brasil que llegaron el jueves pasado. Junto a su esposo y dos hijos, espera sentada sobre la banqueta del refugio a que un chofer privado venga por ellos y los lleve a su siguiente destino, antes de cambiar de país. "Nosotros venimos de turistas, amo a mi país, amo Brasil, mi esposo y yo tenemos trabajo, sólo vinimos para conocer", dijo la mujer antes de abordar una camioneta, mientras un hombre cargaba su equipaje.