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Advierte embajador noruego que la paz mundial está en riesgo

Publicación:16-09-2025
TEMA: #Paz mundial
El embajador Dag Nylander, alertó que en un mundo globalizado los conflictos pequeños pueden crecer y convertirse en amenazas de alcance mundial.
El embajador de Noruega en México, Dag Nylander, advirtió que en un mundo globalizado los conflictos pequeños pueden escalar hasta convertirse en amenazas globales.
Señaló que la paz mundial depende de mantener la armonía internacional y reducir fenómenos como el tráfico de drogas, la migración descontrolada, las enfermedades y el comercio ilegal de armas.
El diplomático participó en el foro Primera Semana Nacional de Cultura de Paz, organizado por la UNAM bajo el lema "Sembramos diálogo, cosechamos paz".
Recordó que Europa enfrenta actualmente la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que representa un serio retroceso en materia de multilateralismo y derecho internacional.
Enfatizó que hoy más que nunca resulta esencial la labor conjunta de México y Noruega en la búsqueda de mecanismos que fortalezcan el sistema multilateral.
Destacó que México ha tenido un papel relevante junto con Noruega y otros países para impulsar reformas dentro de Naciones Unidas.
Dichas reformas, añadió, buscan que la ONU sea más eficaz en la respuesta a los múltiples desafíos globales y a las guerras que todavía afectan diversas regiones.
Nylander advirtió que la paz mundial es frágil debido al aumento de conflictos, las muertes y el sufrimiento humano.
Subrayó que el sistema internacional atraviesa una fuerte presión y existe el riesgo de que se desaten guerras más graves con consecuencias globales.
Por ello, consideró trascendental que países como México y Noruega trabajen junto con Naciones Unidas en el impulso de la paz y su mantenimiento.
Explicó que un acuerdo de paz no debe limitarse a la firma de un documento, sino que requiere implementación práctica y compromiso real de las partes.
Con base en su experiencia en Colombia, recordó lo difícil que resulta sentar en la mesa de diálogo a actores en conflicto y garantizar su seguridad física y jurídica.
Resaltó que convencer a los bandos enfrentados de sustituir las armas por el diálogo es uno de los mayores retos en cualquier proceso de pacificación.
Aclaró que la implementación de acuerdos depende del respaldo político y social que tengan, pues al pasar del papel a la práctica surgen realidades complicadas.
Criticó la escasa presencia de mujeres en procesos de negociación, ya que las mesas suelen estar dominadas por hombres en la política, el ejército y los grupos armados.
Sin embargo, afirmó que como mediadores procuran escuchar a las mujeres que logran participar en los procesos, reconociendo el valor de su voz.
Definió el trabajo de un negociador como imparcial, pero no neutral, y puso como ejemplo su experiencia en las conversaciones de paz con las FARC en 2016.
Recordó que en ese proceso se pronunciaron públicamente contra los secuestros, demostrando que la imparcialidad no significa callar ante prácticas inaceptables.
Recalcó que un proceso de paz requiere paciencia, humildad y la convicción de que la solución debe surgir desde dentro del país afectado, como ocurrió en Colombia tras más de cinco años de negociaciones.
Finalmente, felicitó a la UNAM por impulsar la cultura de paz y exhortó a los jóvenes a involucrarse activamente en la sociedad, la política y la academia para construir un futuro más pacífico.
« El Universal »




