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Zilog finaliza la producción de los Z80, un chip mítico
Publicación:24-04-2024
TEMA: #Tecnologia
Puede que muchos se sorprendan al saberlo, pero el histórico procesador Zilog Z80, en diversas variantes más actuales, se sigue produciendo en la actualidad.
Y sí, no es un error, estamos hablando del chip que llegó al mercado en 1976 y que está presente en algunos de los dispositivos más icónicos de la historia de la electrónica. Así las cosas, se ha quedado cerca de llegar al medio centenario como un chip vigente y demandando para múltiples usos.
La mala noticia, y es por eso que no llegará a los cincuenta años, es que Zilog ha comunicado recientemente a sus clientes el cese en la producción del Z80 en sus múltiples variantes actuales. En dicha comunicación, podemos leer que Zilog invita a dichos clientes a realizar los últimos pedidos que necesiten, con la fecha tope del 14 de junio de este año, último día que se aceptarán pedidos de estos integrados. Y, en previsión de que la demanda de los mismos se dispare, se reservan el derecho de establecer tanto mínimos como máximos en los pedidos recibidos. Así, podemos dar por sentado que la producción de los mismos se mantendrá hasta satisfacer todos los pedidos recibidos pero, una vez completado el último de ellos, finalizará definitivamente la producción de un chip que se ha ganado a pulso el ser considerado como una navaja suiza, por su sinfín de utilidades.
Los más jóvenes, a no ser que se hayan interesado por la historia de la tecnología, seguramente se preguntarán de qué estoy hablando, y por qué fue tan importante este chip, así que empecemos haciendo un poco de historia. Estamos en 1974 e Intel acaba de lanzar uno de sus chips históricos, el también mítico Intel 8080, el gran protagonista del salto a los ocho bits, frente a los cuatro bits de otro integrado que también es una referencia histórica, el Intel 4040. Estos dos procesadores tenían, claro, bastantes cosas en común, y una de ellas era que el diseñador jefe en Intel, en aquellos tiempos, era Federico Faggin, con Masatoshi Shima como el principal responsable de niveles de lógica y de transistores de ambos procesadores.
Eran tiempos de eclosión de la electrónica, y Faggin decidió lanzarse a su propia aventura, así que abandonó Intel y fundó Zilog con la intención de crear su propio chip, tarea para la que contó, entre otros (la compañía contaba con un total de 12 empleados, incluido Faggin), con Shima. Ambos habían aprendido mucho con el diseño del 4004 y del 8080, de modo que partían de una situación privilegiada, lo que les permitió «reciclar» buena parte de su trabajo en la creación de su primer chip de ocho bits, introduciendo algunas mejoras sobre su trabajo anterior en Intel. El resultado, como ya habrás imaginado, fue el primer procesador comercializado por Zilog, el Z80, que debutó, en su primera versión, en 1976.
Comparado con los procesadores actuales, el Zilog Z80 puede parecer un chip de juguete, con su ancho de banda de ocho bits, sus 2,5 megahercios de velocidad y sus alrededor de 6.500 transistores, pero en su momento logró superar a la referencia del momento, el 8080, en múltiples aspectos. Era más rápido, incorporaba un conjunto de instrucciones extendido, mejoraba sustancialmente la gestión de la memoria RAM y, un aspecto que también fue clave para su éxito, era más económico que el chip de Intel.
Hace ya cerca de dos años, en el obituario que dedicamos a Vangelis, hice algo de retrospectiva recordando la efervescencia de la década de los setenta, lo que nos lleva directos a lo importante que fue esa década para la eclosión de la electrónica de consumo, que luego creció de manera exponencial en la década de los ochenta, como recordaba justo una semana después, en el obituario de Andrew Fletcher. (y sí, completaba una triste trilogía, siete días más tarde, con el obituario de Dave Smith).
Si le preguntas a las personas que vivieron aquellas décadas por el dispositivo que más recuerdan de aquellos tiempos, sin duda sus respuestas serán de lo más variadas. Muchos te hablarán de ordenadores, pero otros lo harán de consolas, de sintetizadores, de calculadoras programables, del primer ordenador portátil... la lista es muy amplia pero, ¿sabes lo interesante? Pues que el Zilog Z80 estuvo presentes en todas esas familias de dispositivos, y en todas lo hizo mejor que bien.
Uno de los primeros ordenadores muy recordados que se basaban en el Zilog Z80 fue el histórico Radio Shack TRS-80, un equipo que jugó un papel clave en los primeros pasos de la popularización de la informática doméstica, con un precio de 599,95 dólares de la época (1977). Y sí, como ya recordé en la publicación por su cumpleaños, visto ahora puede parecer tremendamente caro, pero es que en aquellos tiempos los precios de los ordenadores domésticos no descendían de los 1.500 dólares. Así que sí, efectivamente, en aquel momento era toda una ganga, y como tal fue acogido por la sociedad.
Un año después, en 1978, llegaría otro dispositivo que también hizo historia, el sintetizador Prophet-5 de Sequential Circuits, firmado por Dave Smith, cuyo obituario recordaba unos párrafos más arriba. Fue tan revolucionario en el mundo de la música que, aún a día de hoy, no solo es recordado sino que se sigue empleando a día de hoy, ya sea en versiones físicas o mediante software que reproduce su diseño y funcionamiento. Y sí, dentro de las tripas del Prophet 5 nos encontrábamos con un Zilog Z80.
Saltamos de nuevo dos años, hasta 1980, un año que, en lo referido al Z80, recordamos principalmente por dos razones (si bien, en una de ellas, el chip de Zilog no estaba directamente presente, ahora explicaré esto). Empezamos por la primera incursión de Microsoft en el mundo del hardware con el lanzamiento de la Z80 SoftCard, una tarjeta de expansión diseñada para el Apple II que montaba un Z80, y cuya función era hacer que el sistema fuera compatible con CP/M, el sistema operativo diseñado para el Intel 8080. Su popularidad en la década de los setenta y a principios de los ochenta fue enorme, y dado que el 8080 y el Z80 compartían arquitectura, el chip de Zilog era compatible con el mismo, algo que no ocurría con el MOS 6502, que era el procesador del Apple II. Si quieres profundizar en la historia de la Z80SoftCard, no dejes de leer este artículo.
Otro hecho histórico de 1980 fue el lanzamiento del ZX80, firmado por el insuperable Sir Clive Sinclair, un ordenador que, esta vez sí, ponía la informática al alcance de prácticamente cualquier hogar, pues su precio era de 79,95 libras en formato de kit, o 99,95 libras ya ensamblado. Eso sí, en este caso no encontramos un Z80, sino un NEC µPD780C-1 que, en realidad, no era sino un clon del chip de Zilog producido por la japonesa NEC.
Un año después del rotundo éxito del ZX80 llegaría otro hito de la informática, el primer ordenador portátil que logró triunfar comercialmente. Hablo, algunos lo sabrán, de la Osborne 1, un equipo que supo llevar al mercado lo que ya habían planteado algunos proyectos y prototipos anteriores, como el NoteTaker del PARC (Palo Alto Research Center de Xerox. Visto hoy puede dar miedo, con sus once kilos de peso, su pantalla de cinco pulgadas y sus dos disqueteras de 5 1/4, pero lo cierto es que fue revolucionario. Y sí, exactamente, su procesador era un Zilog Z80.
Volvemos a saltar un año, y lo hacemos para recordar un ordenador que, precisamente hoy, 23 de abril, está de celebración, ya que como bien me ha recordado hoy uno de mis consultores aeronáuticos de referencia, Pato Aviador, el ZX Spectrum cumple 42 años. Con este equipo, esta vez sí, Sinclair recurría al original y no a un clon, pues montó el Zilog Z80 en un equipo que todos los que fuimos niños/adolescentes/jóvenes en los 80 recordamos con un tremendo y más que merecido cariño.
Ahora bien, que los ZX y sus clones montaran el procesador de Zilog no se tradujo en que fuera exclusivo de los mismos. Como recordarán quienes vivieron aquellos tiempos, al menos en España había una guerra abierta entre Amstrad, Commodore, MSX y Spectrum. Pues bien, excepto el Commodore 64, que montaba una CPU MOS Technology 6510, evolución de la 6502 de Apple II que he mencionado anteriormente, el resto de equipos en liza, es decir, las distintas versiones del ZX Spectrum (como el Spectrum 48 de Inves), las basadas en el estándar MSX y los Amstrad CPC 464 y 6128, todos ellos, empleaban una CPU Zilog Z80.
Quiso el tiempo que el Z80 fuera, también, el procesador presente en el último de los intentos de Clive Sinclair en el mundo de la informática. Fue en 1988, con el interesante giro que le dio al concepto de portátil con el Cambridge Z88, un dispositivo que, a la vista actual, no tendríamos claro si clasificarlo como un protoportátil, una protoPDA o una prototablet.
El chip de Zilog también jugó un papel muy importante si hablamos de videoconsolas, si bien para esto ya saltamos a los principios de la década de los 90. Y es que, en aquellos tiempos, fue la CPU elegida por Sega tanto para la doméstica Master System como para la portátil Game Gear. Y de nuevo nos encontramos una presencia indirecta, dado que Game Boy y Game Boy Color montaban la CPU Sharp LR35902 que, seguro que a estas alturas ya te lo has imaginado, efectivamente, se basaba en el Z80.
Eso como CPU principal, pero es que el chip de Zilog también se ha mostrado solvente como el integrado responsable de alguna tarea concreta en un dispositivo. En este sentido, y sin salir del mundo de las consolas, el Z80 también estuvo presente en SNK Neo-Geo, Sega Mega Drive y en múltiples arcades, la inmensa mayoría de los casos en la parte de la electrónica responsable del sonido.
Desde este punto todavía podríamos seguir con una lista increíblemente extensa de dispositivos equipados con este integrado, dedicado hasta la actualidad a usos menos destacables pero igualmente importantes, como dispositivos embebidos, calculadoras programables y, por su fiabilidad y lo sencillo de su programación, en todo tipo de proyectos relacionados con la electrónica. Incluso, como te contábamos en 2019, el sistema operativo diseñado para sobrevivir al apocalipsis ha sido diseñado para emplearse en sistemas basados en un Zilog Z80.
Este cese en su producción marca, por lo tanto, la despedida de un integrado que lleva casi 50 años haciendo historia, y que merece ser recordado como uno de los más exitosos, polivalentes y fiables hitos de la historia de la electrónica y la tecnología. No merece menos.
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