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Toshiba enfrenta a su tercer gran escándalo financiero

Toshiba enfrenta a su tercer gran escándalo financiero
Esta vez, está relacionado con él nada menos que hasta el gobierno de Japón

Publicación:22-06-2021
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Toshiba no consigue zafarse de los escándalos desde 2015.

Entonces, un escándalo contable hizo admitir a la compañía que había sobreestimado sus ingresos nada menos que en 1.200 millones de dólares. Poco tiempo después, cuando todavía no se habían acallado los ecos de este primero, Toshiba tuvo un gran problema con su división de plantas nucleares en Estados Unidos, que tuvo su origen en unos presupuestos que habían infravalorado notablemente los costes para algunos proyectos que a la compañía no le quedó otra que vender su parte en la joint venture de desarrollo de chips NAND flash que tenía con Western Digital. Pues bien, cuando todavía no se habían calmado las aguas en el seno de la empresa, que prometió mejorar su gobernanza, un tercer escándalo amenaza a Toshiba.

Además, esta vez, está relacionado con él nada menos que hasta el gobierno de Japón. Tiene su inicio justo antes de la asamblea general anual de accionistas de 2020, cuando varios inversores activistas quisieron acelerar el cambio en el sistema de gobernanza de la empresa proponiendo la elección de nuevos cargos que no estuviesen salpicados por los problemas de la compañía, según The Register.

Este intentó falló, y uno de los inversores activistas, la inversora de capital riesgo Effissimo, no quedó satisfecha. Sus directores sospechaban que pasaba algo, y pidieron investigar lo que vieron como irregularidades en la manera en la que se llevó a cabo la asamblea. Esa investigación se llevó a cabo, sus conclusiones se hicieron públicas hace unos días, y sus implicaciones llegan nada menos que hasta el gobierno nipón.

Entre los descubrimientos de la investigación está una conspiración en la que participa con Toshiba nada menos que el Ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón para actuar contra Effissimo utilizando las leyes de inversión extranjera de Japón, antes de sugerir nuevos nombramientos relacionados con la nueva gobernanza que, poco sorprendentemente, benefician a Toshiba mucho más que a Effissimo.

El asunto llega tan lejos que la investigación sugiere que incluso el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, conocía el plan para utilizar el Ministerio para dejar a Effissimo fuera de combate. Suga era un secretario de gabinete cuando se produjo el complot, aunque se le nombró Primer Ministro en parte por su buena reputación, que sin duda ha cambiado a tenor de los últimos descubrimientos.

Las acusaciones de complot entre Toshiba y el gobierno de Japón llegan en un momento en el que la oposición pretende presentar una moción de censura al gobierno. Aunque la decisión de presentarla la ha motivado sobre todo la pobre gestión de la pandemia por parte del gobierno, otros asuntos que tienen responsabilidad del gobierno, como este, han motivado también las quejas de la oposición. La moción de censura no ha prosperado, pero los ministros no paran de defender su papel en el escándalo de Toshiba y Suga ya ha dado bastantes pistas de que va a haber elecciones anticipadas.

Mientras tanto, Toshiba ha prometido que va a sustituir a dos de los tres miembros de su comité de auditoría, y Effissimo sostiene que con este cambio no basta, y ha manifestado que la decisión es «una muestra de que no tiene intención de hacer responsable de lo sucedido a ningún miembro de la junta directiva. Este último paso reactivo no hace nada más que aumentar la lista de gobernanza sin resolución y defectos de cumplimiento de normas en Toshiba, que su junta directiva sigue sin solucionar. Por tanto, consideramos que la junta directiva actual no es eficiente«. Por eso, Effissimo asegura que luchará para mejorar la gerencia en Toshiba.



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