La Unión Europea abre oficina en San Francisco

La Unión Europea ha decidido abrir una oficina en San Francisco con el objetivo de mejorar sus relaciones con las grandes tecnológicas estadounidenses y tratar de mejor manera con ellas todo lo relacionado con las leyes sobre competencia. Esta apertura se ha producido después de que hace unas semanas, varios miembros del Parlamento Europeo visitasen a varias de las principales tecnológicas del país. Entre ellas Apple, Alphabet (matriz de Google) y Meta (matriz de Facebook).

Según Silicon Republic, la apertura de esta oficina, que se produjo el pasado 1 de septiembre, también tiene como fin la mejora de las relaciones entre empresas, sectores y organizaciones del ámbito digital de ambos lados del atlántico. También reforzar la cooperación entre Estados Unidos y la Unión Europea en materia de diplomacia digital, y reforzar la capacidad de comunicación de la Unión Europea con actores públicos y privados de EEUU. Entre ellos con legisladores y líderes de empresas, pero también con la sociedad civil del sector de la tecnología.

En principio estará en el consulado irlandés, y según Josep Borrell, Alto representante de la UE para asuntos extranjeros y política de seguridad, buscará promover los estándares y tecnologías de la UE, así como sus políticas digitales y sus normativas. Además, procurará el refuerzo de la cooperación con activos destacados de Estados Unidos, entre los que se encuentran las tecnológicas que están en Silicon Valley.

Al frente de la oficina estará Gerard de Graaf, un funcionario destacado de la Unión Europea que jugó un papel muy importante en el desarrollo de la Ley de mercados digitales y de la Ley de servicios digitales. de Graaf ya ha expresado su interés en crear lazos con legisladores, académicos e inversores de Silicon Valley. Además, tal como ha expresado en varias ocasiones, quiere «ayudar a las empresas estadounidenses a adoptar estrategias que no solo estén impulsadas por abogados«.

No obstante, dado que cada país gestiona las políticas y normativas de manera distinta, de Graaf espera que las empresas estadounidenses pongan demandas a algunas leyes futuras de la Unión Europea, y es consciente de que «una relación entre el regulador y el regulado es siempre un poco complicada. Un regulador tiene siempre un poco de policía«.

La oficina, aunque con de Graaf al frente, funcionará bajo la autoridad de la delegación de la Unión Europea en Washington DC, y se coordinará con la sede de la UE en Bruselas, trabajando de acuerdo con los consulados de los estados miembro que hay en la zona de la Bahía de San Francisco.