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Intel pone fin a la aventura del Itanium

Intel pone fin a la aventura del Itanium
No se entregarán nuevos «Itaniums»

Publicación:12-08-2021
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Intel dice adiós a «Itanium» para siempre. Tras dos décadas de fallos continuos y todo tipo de bromas sobre el rendimiento de esta familia de procesadores.

Los de Intel confirman, dos años más tarde de lo esperado, que no se entregarán nuevos «Itaniums» poniendo así fin a una aventura que tal vez nunca debería haber comenzado.

Y es que como cuentan en Network World, los Itaniums (los últimos desarrollados pertenecen a la serie 9000 de 2017), pertenecen a esa categoría de productos «repudiados» por sus empresas, pero que no tienen más remedio que mantener en producción para mantener las inversiones y el hardware heredado de algunos de sus principales clientes.

Uno de los casos más «emblemáticos» en este campo lo representa sin lugar a dudas Oracle, que tras adquirir Sun Microsystems en 2021, se vio «obligada» a seguir dando soporte a un procesador SPARC que desde luego no era competitivo. Y aunque desde 2017 se ha interrumpido el desarrollo de estos procesadores, la compañía se ha visto «obligada» a prometer que seguirá soportando hardware SPARC hasta 2034.

Pero volviendo a Itanium…¿qué es exactamente y cómo acabó Intel en sus redes? Originalmente Itanium fue un proyecto en el que participaban tanto la propia Intel como HP y que se tradujo en el desarrollo del procesador PA-RISC de HP, utilizado en sus sistemas Unix.

¿El problema? Que básicamente era un producto de HP y sólo HP lo utilizaba en sus productos. Sun contaba con SPARC, IBM apostaba por Power PC y SGI contaba con MIPS. El mercado de Itanium se limitaba por lo tanto a la marca americana y algunas empresas de menor tamaño.

Sobre el papel, estos procesadores prometían ser más eficientes, ya no arrastraban a historia «heredada» de los procesadores x86 de la época. En la práctica sin embargo, se demostró que resultaba muy complicado escribir un buen compilador para una plataforma que tampoco consiguió atraer la atención de los desarrolladores.

Pero si esto no fuera suficiente, este procesador tampoco tenía soporte para aplicaciones x86 de 32 bits (no olvidemos que era una variación de RISC). Así que sin nadie que se animase a desarrollar software específico para esta plataforma y con una compatibilidad muy limitada, no tardó en ser olvidado por la mayoría de las empresas.

Y no fue porque Intel y HP no lo intentaran. De hecho, si el proyecto acabó siendo «bautizado» como Itanic (en clara referencia al Titanic) se debió tanto a la enorme cantidad de dinero que se invirtió en su desarrollo, las grandes esperanzas que había puestas en el futuro de este producto y el completo desastre que se produjo más tarde. Durante mucho tiempo, Itanium fue considerado por la propia compañía como parte integral de su estrategia para el mercado de los 64 bits.

Mientras tanto, en AMD un ingeniero de nombre Dirk Meyer, reunía al equipo responsable de desarrollar las famosas extensiones x86-64 que acabarían cristalizando en los conocidos procesadores AMD64. Habría que esperar unos años más para que finalmente Intel iniciase un camino similar y lanzase su primer procesador de 64 bits para el escritorio y hasta 2004 para ver los primeros procesadores de la familia Xeon.



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