banner edicion impresa

Monitor Software


EU y Argentina consolidan cooperación en industria Satelital

EU y Argentina consolidan cooperación en industria Satelital


Publicación:11-09-2021
++--

La participación Argentina en la feria Satellite, en Washington DC, nos permitió ser testigos del rol que empresas como Arsat, Invap, Veng y DTA.

En los Estados Unidos la industria satelital y espacial está viviendo una verdadera efervescencia. Temas que hasta hace pocos años estaban reservados a la Ciencia Ficción, como el turismo espacial, los microsatélites y las constelaciones, hoy figuran entre los muy reales y concretos planes de negocios de las empresas especializadas. Grandes jugadores globales como Space X, Virgin Galactic, Viasat o Amazon Space, compiten e innovan para superar algunos límites que parecían infranqueables.

Según la Asociación de la Industria Satelital, con sede en Washington, para 2029 se podría alcanzar la cifra de 107.000 satélites en órbita, una hazaña que entusiasma y a la vez inquieta por los desafíos de diverso orden que conlleva. Ciertos factores incidieron para que el sector se desarrolle tan velozmente: la miniaturización de los satélites, la optimización de costos y la creciente participación de empresas privadas -en un área antiguamente reservada al complejo militar- son algunas de las principales razones de este auge.

La Argentina, que ya tiene un rol destacado en la industria satelital internacional, cuenta con una oportunidad única para consolidar y expandir su aporte en la próxima década. Nuestras empresas son valoradas, escuchadas y respetadas en esta industria exigente y de vanguardia. Tanto las grandes como las pequeñas, tanto las públicas como las privadas. El esfuerzo de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), que el 28 de mayo cumplió 30 años, es una de las causas de este prestigio.

Existe ya una estrecha cooperación binacional que debe referirse: los dos satélites SAOCOM fueron lanzados con vehículos de SpaceX, la empresa de Elon Musk; y la CONAE desarrolló cuatro satélites de la serie SAC con la NASA como socio principal. Son solo dos ejemplos de una articulación que se enriquece y sostiene en el tiempo.

Hoy vemos que es posible dar un paso más en esta sociedad. La participación Argentina en la feria Satellite, en Washington DC, nos permitió ser testigos del rol que empresas como Arsat, Invap, Veng y DTA, cada una con su expertise, pueden alcanzar en el mercado de Estados Unidos. La Satellite es una de las grandes vidrieras globales de la industria y la Argentina fue el país Laitnoamericano con mayor presencia. Nuestras firmas mostraron que nuestro país está en condiciones de diseñar y fabricar satélites, tanto de observación de la tierra como de comunicaciones.

Junto con Comptia Space Enterprise Council, organizamos un encuentro de negocios en la Embajada al que asistieron varias de las empresas más importantes del mundo. A las ya mencionadas Space X, Virgin Galactic -cuyo propietario, Richard Branson, viajó al espacio en una nave de su compañía en julio pasado-, y Amazon, se sumaron Lockheed Martin, Viasat, Ispace, la Corporación Espacial Sueca y diversas agencias del Estado relacionadas con la regulación y promoción del sector.

En la jornada se reafirmó que Estados Unidos necesita importar bienes y servicios diversos, de altísimo valor agregado, y que se pondera a la Argentina como un valioso socio estratégico. Esta oportunidad no es solamente para las grandes empresas. En nuestro país hay cientos de Pymes con una oferta calificada y puntual: desde controladores de vuelo hasta cálculo estructural, desde pequeñas partes de satélites hasta software o sistemas de propulsión. Ingresar a la exclusiva base de proveedores de los gigantes globales de la industria satelital puede cambiar la realidad de nuestras Pymes, muchas de ellas fundadas con gran esfuerzo por físicos e ingenieros, las cuales podrían expandirse, contratar más personal y apostar con firmeza a su internacionalización.

Los beneficios de este empeño son múltiples. Se genera empleo de altísima calidad, se exportan bienes y servicios de valor agregado, se invierte en capacitación y se pone en valor a nuestros especialistas. Pero, sobre todo, nos acerca al objetivo último que establece nuestro Plan Espacial Nacional: contribuir al desarrollo tecnológico de la Argentina.

Por Jorge Argüello



« Especial »