Ethereum completa la mayor actualización de su historia

Afecta más a su funcionamiento interno que externo según ha informado su cofundador Vitalik Buterin en Twitter. Además se trata de un viejo anhelo de esta criptomoneda ya que la Fundación Ethereum lleva desde 2016 trabajando en estas novedades.

Se trata del cambio de protocolo PoW (Proof-of-Work o Prueba de Trabajo) al protocolo PoS (Proof-of-Stake o prueba de participación). Un proceso que recibe el nombre de The Merge.

Los usuarios e inversores no notarán prácticamente nada en el uso de Ethereum, ya que los cambios afectan sobre todo a los mineros. Una actualización que tiene como objetivo convertir a los mineros como validadores, pudiendo verificar las transacciones tras el pago de 32 Ethereum para acceder al software de validación de bloques y transacciones.

Con este cambio de protocolo, se podrán procesar miles de transacciones por segundo, sin dejar por ello de ser lo suficientemente fiable y resistente a la censura. Además, en esta nueva etapa de Ethereum -que alberga unas 3.500 aplicaciones descentralizadas activas y que maneja criptomonedas por miles de millones de dólares-, la minería ya no servirá como forma de producción de nuevos bloques.

Esta criptomoneda también mejorará en eficiencia y consumo. Ya que la red usará un 99,95% menos de energía que al usar el ya antiguo protocolo PoW utilizando para ello una importante cantidad del token nativo de la red, ether, colocados en billeteras especiales llamadas staking wallets.

El ether bajó un 1,2% a 1.584 dólares tras la fusión. Mientras que el token se ha multiplicado por más de cinco desde 2021, superando al bitcoin por un amplio margen, en parte por el optimismo sobre el proceso de The Merge.

Otra de las ventajas de esta actualización tiene que ver con las tarjetas gráficas. Apreciadas sobremanera por los mineros de criptomonedas, su uso es muy útil para el minado de las mismas. Un aspecto que ha llevado a un fuerte incremento de la demanda por GPUs, reduciendo con ello el stock disponible y por ende, un aumento de los precios. Lo que ha hecho endurecer las condiciones de acceso a los usuarios que buscan, por ejemplo, tarjetas gráficas para juegos.

Con este nuevo protocolo, los mineros no necesitan ni comprar ni utilizar tarjetas gráficas ya que se trata de un protocolo que no permite el minado. Lo que ayudará a disminuir el precio de dichas tarjetas.