España firme en su apuesta por liderar la supercomputación

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado recientemente las instalaciones del superordenador MareNostrum 5 en el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y ha manifestado públicamente la apuesta nacional por ganar una posición preferente en el sector de la supercomputación. También es una estrategia que refuerza la autonomía estratégica de la Unión Europea.

Que EuroHPC Joint Undertaken seleccionase a la ciudad condal para acoger a uno de sus superordenadores de alta capacidad supone un golpe en la mesa de España para demostrar que puede posicionarse a la vanguardia en avances como la inteligencia artificial o la simulación de propagación de virus informáticos.

El MareNostrum 5 contará con una potencia de 200 Petaflops (podrá ejecutar 200.000 billones de operaciones por segundo), superando con creces las infraestructuras actuales del Barcelona Supercomputing Center. Se espera que empiece a funcionar, en pro de la investigación científica y de la innovación empresarial, a partir de la segunda mitad de 2023.

En palabras de Sánchez, el nuevo proyecto ejemplifica la apuesta del país por el sistema de I+D+I como vector de crecimiento para España, siendo posible gracias a la disposición de un nuevo marco normativo, una Ley de Ciencia estable y potentes investigaciones en el sector.

Las claves del MareNostrum 5

Los superordenadores son empleados para resolver o estudiar problemas físicos complejos, crear modelos climáticos para predecir el futuro o reproducir modelos aerodinámicos de aviones militares, entre otras acciones estratégicas. A esto se le añade que el MareNostrum 5 servirá para desarrollar aplicaciones en medicina personalizada, diseño de medicamentos, bioingeniería, ciberseguridad y aspectos relativos al cambio climático.

MareNostrum 5 también será clave en la creación de procesadores y chips con tecnología europea, reforzar la investigación médica (diseñando fármacos, vacunas y analizando datos) y solventando problemas que se escapan del alcance de los ordenadores digitales. De igual modo, desempeñará una labor esencial en el impulso de proyectos de investigación en áreas como la astronomía, ciencias computacionales, ciencias de la vida, ciencias de la Tierra y aplicaciones computacionales en ciencia e ingeniería.

Los orígenes del MareNostrum 5

El proyecto MareNostrum se inició en 2004 en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, que en los últimos años ha pasado de contar con 60 trabajadores a 600 de alta cualificación. La primera versión fue construida por el Gobierno de España e IBM y tenía una potencia de 42,3 billones de operaciones por segundo.

Después le siguieron otras actualizaciones y ampliaciones que dieron lugar hasta a cuatro versiones, llegando la última en el verano de 2017 con un rendimiento de 13,7 petaflops, lo que lo convirtieron en el más rápido de Europa. La quinta y definitiva versión será 17 veces superior en potencia y 10.000 veces mayor en comparación con el primer modelo.

A MareNostrum, como integrante de la Red Española de Supercomputación, le siguen el FinisTerrae2 (Galicia), LaPalma (Canarias) y Altamira (Cantabria).

Su impacto económico

El superordenador MareNostrum 5 supondrá una inversión total de 220 millones de euros (235 millones de dólares) y vendrá a afianzar la colaboración entre las políticas gubernamentales de las diferentes comunidades autónomas. 151 millones de euros serán destinados a la compra e instalación de componentes y casi 70 millones a sufragar los costes de la operación hasta 2028. Dicho esto, el reparto de la financiación será: España el 23,33%, Cataluña el 11,66% y los fondos europeos el 65% restante.

Importante también será la repercusión que tendrá en el Proyecto Estratégico de Microelectrónica y Semiconductores (Chip PERTE) a través de la innovación, la creación de empleo y la colaboración de empresas líderes del sector.

De hecho, a partir de una colaboración entre el Gobierno de España e Intel se abrirá un laboratorio que generará nuevos superordenadores con una inversión inicial de 400 millones de euros. A su vez generará 300 puestos de empleo de elevada cualificación. "El Gobierno, el BSC-CNS y la tecnológica Intel compartimos la vocación de convertir a Barcelona en la verdadera capital científica europea", asegura Sánchez.

La brecha salarial tecnológica

El presidente del Gobierno aprovechó su comparecencia, y más en el marco de la celebración del 8M, para manifestar públicamente su compromiso de reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, especialmente en el ámbito tecnológico de vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Para Sánchez, resulta fundamental en este aspecto la Ley de Ciencia y la Ley de Representatividad Paritaria.