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Monitor Software


El problema de ChatGPT y DALL-E con las imágenes «estilo Ghibli»

ChatGPT es capaz de reproducir con tanta precisión el estilo de Estudio Ghibli

Publicación:28-03-2025
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Si estás en las redes sociales, seguro que en las últimas horas has visto imágenes generadas con ChatGPT con el inconfundible estilo del Estudio Ghibli.

 

Puedes encontrar desde reproducciones de memes populares hasta imágenes icónicas de películas, pasando por reproducciones de imágenes de actualidad. Todo, en pocas horas, parece haber pasado por el filtro del maestro Miyazaki, y hasta instantáneas que nos han incomodado a muchos en estas semanas, se ven con otros ojos al aplicarles este estilo tan propio y maravilloso.

Como decía al principio, ChatGPT está directamente relacionado con esta eclosión de imágenes que, no lo niego, pueden resultar chulas, divertidas, interesantes, etcétera. Y la razón de que esto haya ocurrido ahora es que, muy recientemente, OpenAI ha extendido la función de creación de imágenes con GPT-4o a las cuentas gratuitas de ChatGPT, y por su sistema de funcionamiento, es posible subir una imagen y pedirle al chatbot que la reproduzca con el estilo que nosotros le indiquemos.

En verdad esto tampoco es algo especialmente novedoso, hace ya décadas que empezamos a ver aplicaciones y servicios que modifican el estilo de imágenes para hacerlo coincidir con otros muy populares. Probablemente el ejemplo más común es el de la estética de Los Simpson, pero con los años hemos visto aparecer otros distintos, algunos con un grado de precisión realmente sorprendente. ¿Por qué ahora con Estudio Ghibli? Pues seguramente porque se le ocurriera a algunas personas, viralizara y el resto se lanzaron a lo mismo.

Entonces, si todo el mundo se lo está pasando bien, ¿cuál es el problema? Pues lo encontramos en la razón por la que ChatGPT es capaz de reproducir con tanta precisión el estilo de Estudio Ghibli, que no es otra que porque el modelo ha sido entrenado con el contenido de dicho estudio. De nuevo, el problema de que el pre-entrenamiento de los grandes modelos de la actualidad hayan satisfecho su necesidad de ingesta masiva de datos sin atender a los intereses y preferencias de los creadores de los mismos.

¿Es esto ilegal? No, si hablamos de estilo. Es decir, si un servicio de IA reproduce íntegramente un contenido protegido por derechos de autor, sí que estará vulnerando la legalidad y se tendrá que enfrentar a las consecuencias. No está tan claro si, por ejemplo, le pedimos a un chatbot que escriba un relato, de la temática que le indiquemos, con el estilo de nuestro género favorito o, para ir más al grano, con el de un autor en concreto. ¿Es ilegal que una IA escriba como Bukowski? No, a no ser que reproduzca íntegramente las vivencias de Hank Chinaski en Factotum. Y lo mismo, claro, con las imágenes.

Ahora, OpenAI ha pausado temporalmente la creación de imágenes con las cuentas gratuitas de ChatGPT, pero este movimiento no está relacionado (no, al menos, según la versión oficial), sino con el enorme éxito que ha tenido esta función, lo que sin duda ha debido desbordar, con mucho, las expectativas iniciales al respecto. No hay fecha para la restitución de esta función en las cuentas gratuitas, pero sí que se ha hablado de los límites que tendrá, lo que de facto nos confirma que volverá, más pronto o más tarde.

No voy a ser hipócrita, antes de escribir esta noticia, he subido una imagen de mi novia a ChatGPT, le he pedido que creara una ilustración con el estilo Ghibli, y cuando la he compartido con ella, a los dos nos ha gustado bastante. Si estuviera a mi alcance, hablaría con el mismísimo Miyazaki para que creara, con sus propias manos, algo así, pero claro, esto es más o menos tan imposible como coronar el Everest en bata y con zapatillas de andar por casa.

Miyazaki, como es absolutamente comprensible, siempre se ha mostrado bastante crítico con los modelos de IA capaces de crear imágenes. Y no podría ser de otra manera, pues hablamos de un creador que siempre ha puesto el máximo mimo en la creación de cada uno de los fotogramas de sus películas. Y cuando hablo de mimo, también hablo de sus emociones, de sus sentimientos. Estéticamente puede parecer que una imagen creada por su estudio y otra generada por ChatGPT son similares, pero la carga de metadatos emocionales de la primera contrasta con la absoluta carencia de los mismos en la segunda.

Ya hemos informado, en el pasado, de diversas acciones judiciales en contra de OpenAI por haber entrenado sus modelos con contenido protegido por derechos de autor, como la encabezada por George R. R. Martin, o la del New York Times, que también apuntaba hacia Microsoft. Y seguramente veremos más acciones así en el futuro (por no hablar de que los datos para entrenar los modelos se van agotando, obligando a las tecnológicas a buscar sistemas alternativos). Aún está por ver qué recorrido judicial tienen las mismas, y si esto termina condicionando realmente el uso de contenido protegido para los entrenamientos. Pero, más allá de ello, incluso cuando disfrutamos (y reconozco que ha sido mi caso) empleando estas funciones, debemos recordar que hay algo, en el fondo, que no está bien.

Imágenes originales de Estudio Ghibli

 



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