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Criptomonedas: volátiles, estables y ahora, también “verdes"

Criptomonedas: volátiles, estables y ahora, también “verdes
El mundo cripto no deja de producir novedades y se encuentra emergente un nuevo tipo de moneda digital

Publicación:22-03-2021
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Aunque sigue siendo la más popular, bitcoin ya no se encuentra sola en el ecosistema de las monedas digitales.

A las denominadas altcoins, como se llaman a todas las criptos que no son bitcoin, se sumó otro tipo de activos agrupados bajo el nombre de “stablecoins”, como Tether y TrueCoin, ambas respaldadas por el dólar estadounidense, que se gestaron para tratar de reducir la volatilidad de monedas virtuales como ‘bitcoin’ o ‘ether’.

Pero el mundo cripto no deja de producir novedades y se encuentra emergente un nuevo tipo de moneda digital que promete revolucionar las inversiones de este tipo: las criptomonedas verdes, o ecológicas, son stablecoins pero el respaldo que las posiciona como una especie de ese tipo tiene el plus de que se apoyan en lo que se denomina “capital natural”, es decir que su cotización se inflaciona a medida a que la problemática ambiental recrudece.

“La tendencia no sólo se centra en el recrudecimiento del problema ambiental sino en el deseo de querer remediarlo con instrumentos confiables”, explica Juan Núñez, responsable en la Argentina de GBM coin, una nueva criptomoneda que se propuso el objetivo de salvar el planeta.

¿Cómo funciona este tipo de moneda “verde”? En el caso de GBM coin, cada usuario que adquiera un token podrá colaborar con la preservación de un m2 de biosfera nativa, de un total de un millón de hectáreas en diez países del mundo. GBM puede considerarse una stablecoin ya que está respaldada por el capital natural, y si bien su valor puede llegar a fluctuar, no se concibió como moneda de fuerte volatilidad.

La primera emisión de GBM coin, que ya está a la venta por solo 1,09 U$D por unidad, estará asociada a un m2 de la selva paranaense en Misiones, en la Argentina, donde los impulsores de la iniciativa comenzaron a fines del año pasado el proceso de reconversión integral de un campo de 25.000 hectáreas, que estaba sometido a un proceso de deforestación controlada, que ahora comenzó a revertirse para su conservación.

Stablecoins verdes

Siguiendo la tendencia de las monedas verdes, la naturaleza es el nuevo oro, una reserva de riqueza real, física e inherentemente valiosa. “Pero no es,  desde un punto vista estrictamente financiero,  muy liquida, portátil o negociable, salvo como recurso natural a explotar o explotado.  Por tal motivo concebimos a GBM como un token que integre la preservación natural en nuestra vida diaria y en la economía, buscando invertir en biodiversidad”, completa Nuñez.

La adquisición de GBM coin  generará, a su vez, un bono de carbono (GBM bono), otra alternativa de inversión verde asociada al proyecto. A partir del 2023, cuando se finalizará la primera certificación de créditos de carbono, cada inversor que haya adquirido criptos va a tener la posibilidad de poder obtener el equivalente en bonos de carbono a los metros cuadrados asociados a su token, y podrá comprar los créditos al 50% de su valor antes que salgan al mercado.

Ejemplos como el de GBM ponen en evidencia cómo las cripto verdes llevan la alternativa de las stablecoin a otro plano.

Con ellas, se abren muchas ventajas sobre todo para aquellos inversores que, al no ser expertos, se sienten intimidados por la volatilidad de las cripto tradicionales.  Los atributos de resguardo de valor, baja fluctuación de precio y respaldo en el mundo físico real, se le tiene que añadir el aspecto ecológico y todo lo que eso conlleva.



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