Dan último adiós a árbitro fallecido

Compañeros y amigos dieron el último adiós al árbitro amateur Juan José Hernández Vargas, de 62 años, que falleció después de recibir un golpe de un jugador, que le reclamaba una acción durante el último encuentro que pitó en una cancha de futbol Azul 7.

La familia del nazareno pidió que se aplique todo el rigor de la ley sobre el presunto responsable, quien hasta el momento solo está siendo procesado por el delito de lesiones.

En las próximas horas personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado, determinará si el jugador es liberado o buscarán vincularlo a proceso ante un Juez de Control.

Cabe señalar que primero la fiscalíabuscará que se varié el delito de lesiones culposas a homicidio.

El jugador fue identificado como Jonathan Alejandro, de 23 años, quien tiene su domicilio en el municipio de Guadalupe.

El deportista amateur, fue detenido el pasado martes por personal de la Secretaria de Seguridad Pública de Guadalupe, por la agresión al árbitro.

De acuerdo con la investigación de las autoridades, los hechos se registraron el pasado 12 de febrero, en unas canchas de futbol ubicadas en el cruce de la Avenida La Luz y la calle Séptima Avenida, en la Colonia León XIII, en Guadalupe.

Mencionaron que el presunto responsable, que jugó como portero, se molestó con el árbitro porqué marco una falta polémica en contra de su equipo.

Debido a que comenzó a insultarlo, el hombre de negrodecidió amonestarlo y le sacó la tarjeta amarilla.

Fue en ese instante que loco de ira, el portero se abalanzó sobre el árbitro golpeándolo por la espalda en la nunca.

Al ser empujado, Hernández Vargas perdió pisada, cayó y se golpeó la cabeza.

El árbitro quedó inconsciente y fue llevado a la Clínica Miller, en San Nicolás, donde quedó internado por una lesión en la nuca.

Desafortunadamente el arbitro murió la noche del domingo, cuatro días después de recibir el golpe en la cabeza.

Por lo cual, el jugador Jonathan Alejandrofue detenido por la Policía de Guadalupe y puesto a disposición del Ministerio Público.

El árbitro fue velado en una agencia funeraria de Guadalupe, donde horas después fue sepultado en medio de aplausos, gritos de justicia y el pitido de su silbato que lo acompañará hasta la eternidad.