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Propone agricultura vertical en pro del medio ambiente

Propone agricultura vertical en pro del medio ambiente
El catedrático de la Facultad de Agronomía, Humberto Rodríguez Fuentes, es un referente nacional en agricultura vertical.

Publicación:09-06-2021

TEMA: #UANL  

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En 100 metros cuadrados ha cosechado 60 mil pequeñas lechugas en 23 días controlando todos los procesos.

 

Controlando con precisión el crecimiento de las plantas, el doctor Humberto Rodríguez Fuentes propone la agricultura vertical, o Plant Factory, como un planteamiento ejemplar en pro del consumo de alimentos vegetales, rentable y en pro del medio ambiente.

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, la propuesta del catedrático y coordinador de la Unidad Académica Marín de la Facultad de Agronomía, es muy atractiva, pues los beneficios ambientales, y de rentabilidad, son muchos.

Desde hace cinco años el ingeniero agrónomo se ha especializado en la agricultura vertical en Nuevo León y en México. Este sistema tiene poco más de 15 años en desarrollo progresivo en países como Japón, Holanda, China y Taiwán.

Su atractivo es que en un espacio reducido de bandejas organizadas sobre anaqueles se controlan todos los procesos del crecimiento de las plantas como la humedad, temperatura, iluminación, los nutrientes y hasta un 10 por ciento menos de uso de agua.

En el Plant Factory todo es exponencial, o cúbico. Cada bandeja forma una hilera y cada hilera se separa 33 centímetros en hasta tres metros de altura por cada anaquel. Así, en un cuarto cerrado se tienen varios anaqueles, decenas de bandejas y miles de plantas.

El sistema es muy rentable

El doctor Rodríguez Fuentes es encargado del Laboratorio de Suelos, Plantas y Aguas y del Laboratorio Sistemas de Control Ambiental Total, en el Campus de Ciencias Agropecuarias de la Facultad de Agronomía, ubicado en General Escobedo.

“Mi fábrica es una planta, me produce lo que ya sé qué me va a producir. No tendré problemas de variación. Si el sistema trabaja en continuo tendré la biomasa que programé”, comentó el investigador y coordinador de la Unidad Marín.

Se ha especializado en la lechuga baby porque es la más rentable, pero también ha cultivado cilantro, perejil, apio, berro, acelga, espinaca, chile habanero, romero, orégano, cebollín, y cempaxúchitl. Y también podría cultivar otras legumbres y leguminosas.

“Este tipo de lechuguitas te cuesta unos 30 pesos en tiendas de conveniencia. En un metro cúbico puedo producir 60 mil lechugas en 23 días. En un año tendríamos 720 mil lechugas en esos 300 metros cúbicos. Y pueden ser hasta 14 ciclos en un año”, expuso.

Desde hace un par de años, el doctor y su equipo colaboran con la empresa Karma Verde Fresh en el diseño de una lámpara apropiada para trabajar en los cultivos. Además se han acercado otros empresarios y él sigue abierto a difundir las bondades del sistema.

Hay pocas publicaciones y es muy sustentable

Han publicado artículos sobre el tema en revistas de impacto. Y si bien internacionalmente existen artículos sobre el sistema, el doctor Humberto Rodríguez dice que no existe bibliografía con respecto a la masificación de otras leguminosas u hortalizas a gran escala.

“En artículos científicos no lo vas a encontrar. Bibliografía si existe, pero tiene ciertas limitaciones. Muchos artículos publicados analizan plantas, pero no en producción a gran escala. Y eso es lo que estamos haciendo”, destacó.

Otra de las bondades, o peculiaridades, es que este sistema se puede desarrollar en la ciudad, que es donde está mayormente el mercado de consumo. De hecho, subraya, que la inmensa mayoría de las plantas de consumo vienen del centro y sur del país.

“La lechuga que se consume en Monterrey viaja más de 600 o más kilómetros para llegar. La seguridad de la producción la tengo como no la tendrán al aire libre. Tengo el 100 por ciento de seguridad. Este sistema de producción funciona como una industria”, planteó.



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