Nuevas variantes del SARS CoV-2 serían más contagiosas

Iniciando febrero de 2021 los estudios indican que las mutaciones de las nuevas variantes inglesa y sudafricana del SARS CoV2 serían un tanto más contagiosas que la cepa original surgida en Wuhan, China.

Los científicos señalan que las mutaciones, que derivaron en nuevos linajes, dotarían al virus de un 50 por ciento más de contagiablidad. Y todavía faltan estudios y revisiones de pares para demostrar que también estas variantes hayan elevado la mortalidad.

Pero quizá lo más importante es aclarar que no se trata de una o varias cepas nuevas, sino que sigue siendo el mismo SARS CoV2 que al paso de un año ha mutado, al parecer, para hacerse más contagioso en su variante británica.

Y esta nueva habilidad para transmitirse la predijo en mayo del 2020 el doctor Juan Francisco Contreras, investigador del Laboratorio de Inmunología y Virología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL; vaticinó que las mutaciones derivarían en variantes (o linajes) con estos comportamientos.

Y es relevante ya que en muchos medios de comunicación confunden los términos al referir que circulan nuevas cepas del virus; cuando en realidad la inglesa y sudafricana son solo variantes del SARSCoV-2.

No hay una nueva cepa, son variantes

El químico biólogo parasitólogo indicó que genéticamente el virus del SARS CoV2 tiene más de tres mil nucleótidos y aminoácidos. Y con cada mutación en la posición o función de algún nucleótido, el virus puede cambiar el cómo se contagia o afecta al cuerpo.

Y si se acumulan varias mutaciones, explicó Contreras, esos virus se convierten en variantes (o linajes) como sucedió con la variante de preocupación inglesa nominada B.1.1.7., o también N501Y, la cual contiene ya 23 mutaciones.

A fines de diciembre de 2020 en Sudáfrica surgió la variante 501Y.V2 o B.1.351. Hace semanas apareció en Brasil la variante llamada P.1. y también ya se investiga una supuesta variante mexicana surgida hace días en Guadalajara, Jalisco.

“Cuando esos linajes no tienen repercusiones diferentes se quedan como variantes. Pero es hasta que el virus sea diferente en su contagio, patogenicidad o se replique diferente es que podemos referirnos a una cepa”, explicó.

Para hablar de una nueva cepa del SARSCoV2, explicó el virólogo, se requiere una mutación tan drástica en la cadena genética que propicie un nuevo virus con diferentes formas de contagio y enfermedad al coronavirus surgido en 2019 en China.

Las nuevas vacunas enfrentan grandes retos

La comunidad científica está a la expectativa pues estas variantes podrían causar reinfecciones en este año 2021 y si sea necesaria una actualización de las vacunas. Pero el mayor temor es que tales mutaciones despierten un ‘escape inmunológico’ de tales vacunas.

Contreras explicó que el nombre N501Y se debe al cambio en la posición 501 del código genético del SARS CoV2. Y es porque la asparagina (N) mutó en tirosina (Y) en esa versión inglesa. Tal cambio, al parecer, hizo más eficiente la forma del contagio.

Y es importante destacar la posición 501, según Contreras, pues es una de las seis involucradas en la interacción entre la espícula del virus (spike) y la enzima ACE2, protagonistas de la infección en las células.

“Algunas evidencias indican que este cambio le pude dar mayor capacidad de replicación, transmisión y carga viral con respecto a la cepa original del virus. Pero son muy pocos estudios y no podemos definir que así sea. Hay que verlo con cuidado”.

Juan Francisco Contreras-  Investigador del Laboratorio de Inmunología y Virología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL