Joven TEC
La mexicana que cuenta historias en streaming y teatro

Publicación:31-12-2025
TEMA: #Tec de Monterrey
Después de participar como guionista en producciones de Netflix, Disney+ y Dreamworks, recientemente incursionó en el teatro con "Patrañas".
"El guionismo es un medio muy poderoso para transformar y poder llevar a cabo un mensaje".
Este pensamiento acompaña a Daniela Richer desde su primera clase de guionismo. Sin embargo, su pasión por contar historias no nació en el aula sino en su hogar.
Ahí, las historias fueron parte de la vida cotidiana. Haber crecido en una familia de comunicólogos, desde sus padres hasta su hermano, Eugenio Richer, marcó su sensibilidad creativa.
Daniela, egresada del campus Monterrey, ha convertido su vocación por la narrativa en una carrera profesional que la ha llevado a trabajar en este tipo de proyectos por más de 17 años.
Laboró con medios de entretenimiento como Dreamworks, Netflix, Televisa, Vix, Disney + y recientemente, entró al mundo de la producción por medio de la obra de teatro Patrañas.
El valor de las "pequeñas oportunidades"
El camino profesional de Daniela comenzó en Ciudad de México, donde enfrentó el reto de abrirse paso en una industria que desconocía.
"Me acuerdo de que acabé de estudiar Comunicación y luego me fui a Ciudad de México, recién casada, por el trabajo de mi esposo. Pero estando allá pensaba: ´a mí me gustan las historias, pero de aquí, ¿qué? Soy nueva, ¿quién me contratará?´"
Daniela decidió participar en un concurso de creación de historias de terror para el periódico Reforma y, para su sorpresa, lo ganó. Lo consideró su primer logro profesional.
A raíz de ello, un productor que trabajó en la adaptación de Madagascar le ofreció mentoría. Este acercamiento fue su puerta de entrada a la industria profesional.
Luego de escribir escenas pequeñas para una telenovela, recibió el proyecto de adaptación de la película Vecinos Invasores.
"No hay que descartar las pequeñas oportunidades, que eso es realmente lo que te va abriendo las puertas para ver si eres capaz y si puedes soportar un ritmo de ese estilo".
Encontró su propia voz
Daniela recuerda que al principio se guiaba por lo que le decían que "debía" hacer. Con el tiempo, comenzó a cuestionarlo y a preguntarse cómo quería contar historias: desde su propia voz.
"Una vez que ya estás dentro de la industria, tienes que encontrar tu propia voz, tu propia metodología que te funcione mejor, porque no todas las cabezas y mentes son iguales", dijo.
La guionista definió su método único para escribir: empezar por el final. Esto le permite, explicó, tener una meta concreta y establecer las bases de la historia para llegar a ese punto deseado, con el objetivo de dejar algo positivo en la audiencia.
"Al momento de la escritura es bien padre cómo los personajes te van hablando, cómo la misma historia te va diciendo, ´por aquí ya no, mejor dale por acá´.
"Yo empiezo por el final, porque ya quiero llevar al espectador a una emoción, a una moraleja; yo quiero que el público entienda el mensaje que le estoy dando en específico", detalló.
"No hay que descartar las pequeñas oportunidades, que eso es realmente lo que te va abriendo las puertas para ver si eres capaz".
Patrañas, "su renacer profesional"
En un punto de su carrera, Daniela se dio cuenta que el contenido que tenía que realizar ya no la representaba.
Un día, mientras escribía una escena que consideraba fuerte y contraria a lo que ella quería aportar, una de sus hijas se acercó a decirle que quería dedicarse al arte, ser actriz. Ese instante lo cambió todo.
"Me cayó el 20. ¿Por qué me importa tanto el contenido que ella vaya a ver o interpretar, y por qué no me importa el contenido que yo misma estoy escribiendo? Ahí dije: ´no más. Se acabó´".
En medio de ese proceso de redescubrimiento profesional, Daniela, junto con su primo Ramón Castillo, dio con una nueva idea de una fuente inesperada.
"De repente mi mamá tiene un sueño muy curioso: sueña con esta idea de hacer una obra de contenido familiar y positivo para todo mundo, en formato de teatro musical", comentó.
Ese sueño se volvió el punto de partida. Así, entre su mamá, su primo y ella, nació Patrañas, un proyecto que describe como "el más auténtico y significativo de su carrera". Por primera vez, se permitió ir más allá del guionismo y se lanzó a producir.
"Me quité las etiquetas. Me di permiso de explorar otras áreas y descubrir que puedo ser mucho más de lo que imaginaba. Patrañas no solo fue una obra, fue un nuevo momento de mi vida, y es muy bonito", aseguró.
"Yo empiezo por el final, porque ya quiero llevar al espectador a una emoción, a una moraleja".
Patrañas no solo marcó lo que considera su renacer profesional, sino su regreso a lo que ve esencial en su trabajo: crear historias que acompañen, que eleven y que dejen algo bueno en quien las ve.
Para ella, contar historias nunca ha sido solo entretener, es sembrar algo que pueda quedarse en la memoria de otros.
« Especial »







