Gana sinaloense Premio Nacional de Cuento

Su libro reúne seis cuentos en los que la violencia está presente. 

En la playa, periferia o el centro de Mazatlán suceden actos de violencia y crueldad dejando como saldo muerte y putrefacción. Ante este panorama, En qué piensan los gusanos cuando tienen hambre, es la pregunta que se plantea Julio César Zatarain con su libro de cuentos que lo hizo acreedor al Premio Nacional de Cuento José Alvarado 2021.

Originario de Mazatlán, Sinaloa, Julio César por las mañanas forma parte del personal de un museo y por las tardes imparte clases en una escuela de música. Este premio convocado por la Universidad Autónoma de Nuevo León tal vez le abra la puerta para lectores. 

“Quiero que me lean y hacerlos sentir algo, porque los cuentos los escribí para hacerlos sentir cosas”, afirmó el escritor que electo como ganador del concurso por el jurado conformado por Sonia Silva Rosas, Élmer Mendoza y Pedro de Isla. 

El hambre de los gusanos, título de uno de los cuentos que lo conforman, revela algo de la esencialidad de la obra, en la que el propio Zatarain destaca que entre los cuentos no existe unidad narrativa alguna, si acaso el persistente olor a muerte.

“No tienen vasos comunicantes en la línea narrativa ni en las tramas, sin embargo los seis cuentos encierran un mundillo en el que pasan cosas. 

“A las personas las rodea la violencia, no solo la física, sino la política, social, psicológica, algunos problemas de drogas, familiares, aparece en algún momento el crimen organizado. Emociones fuertes que los lleva a los personajes a no encontrar solución, a destruirse y perderse o desterrarse”, informó para Punto U.

El perfil del conjurado

Hace unos cuatro años Zatarain tuvo una beca para el FONCA, pero en el rubro de novela. Ahora mismo se encuentra en los detalles finales del manuscrito, en el que destaca su complejidad narrativa y terquedad. 

“Cuando tuve que ser niño fui niño, cuando tuve que ser adolescente lo fui. He ganado y perdido, pero también he sido terco en lo que he querido lograr. Soy alguien insistente y con mucha autocrítica, que ha tenido que remar contracorrientes”, se describió.

Zatarain valora la existencia de convocatorias como esta; aunque confesó no haber leído a José Alvarado, reconoció que este premio le otorga la oportunidad de conocer la obra del gran periodista. 

“Estoy seguro que José Alvarado tuvo un papel muy importante en Nuevo León, pero por algunas razones no he encontrado algo de él aquí en Mazatlán, donde sucede algo similar con Ramón Rubín, nadie lo conoce, pero espero pronto salga algún concurso con su nombre para que sea leído. Hay que recordar que eso pasó con José Revueltas, Elena Garro, Amparo Dávila”.

Julio César Zatarain-  Ganador del Premio Nacional de Cuento José Alvarado

Para escribir, hay que conjurar a la energía para que ésta transmute en argumentos, acciones, nudos, situaciones enlazadas a secuencias distributivas o catalizadoras de la historia, es decir, se conjura a la técnica narrativa.

“El oficio de escribir es un conjuro para cualquier persona. Pasar todas tus vivencias, reflexiones, lo que analizas en el mundo se convierte en un producto, ya sea una novela, un producto en el que está combinada tu vida y la de los que te rodean.

“El escritor, dentro de su proceso creativo, tiene que digerir la información y cómo pasarlas. El hecho narrativo de pasarlo a las palabras de la tradición oral a la tradición escrita es todo un conjuro en el que, más allá de ritos o rituales para escribir, uno se tiene que entregar al espíritu.

Julio César Zatarain

“Uno es como un puente, ya todo lo que quieres plasmar está en tu cabeza, sólo falta tu mano para escribirlo”, detalló Zatarain, quien también forma parte de una banda de música.

La ficción siempre revela lo oculto. Así lo pregona el autor, quien se ha visto tentado a hacer uso de la ciencia ficción para darle un nuevo tratamiento literario al COVID-19. 

“Escribiría para ficcionar la pandemia, eso me parece interesante. Por ejemplo, escribir algunas situaciones de la pandemia que no existieron en la realidad pero podrían existir, me metería un poco a la ciencia ficción para cambiar la realidad tan méndiga que estamos viviendo. Ficcionarla y explicárnosla a la vez, porque la ciencia ficción o el terror son temas muy políticos.

“Yo inventaría a un presidente que contratara a alguien para que simulara que le dio el COVID”, finalizó Zatarain.