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¿Cómo prevenir una relación tóxica?

¿Cómo prevenir una relación tóxica?
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016.

Publicación:19-02-2021

TEMA: #UANL  

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El 40.3 por ciento de los adolescentes de entre 15 y 24 años de edad ha vivido violencia física o emocional en una relación de pareja.

Antes de hablar sobre una relación de pareja, necesitamos conocernos como individuos: cómo fue nuestra vida en la infancia, qué tipo de apego tuvimos con nuestros padres, cuáles son nuestras carencias en la actualidad.

Estas son algunas interrogantes que el especialista en psicología de la salud Miguel Ángel Gutiérrez Barrón expone como el primer paso para entender por qué una relación de pareja se torna tóxica.

“Es necesario hacer una autoevaluación de uno mismo para saber qué necesitamos y poder saber cómo satisfacer esa necesidad sin hacernos vulnerables y dependientes de las personas que nos ayuden o satisfagan por completo esas carencias".

Miguel Ángel Gutiérrez Barrón-  Coordinador de Programas de Desarrollo Emocional y Psicológico en la UANL

Aunque se piensa que una persona comienza a forjar su carácter cuando tiene pleno uso de conciencia, es desde el nacimiento cuando empieza a desarrollar su propia personalidad.

La madre es el primer apego de una persona, por lo que desde el momento que nace se establece el vínculo afectivo más importante en su vida y que impactará en su futuro.

“El apego es un vínculo afectivo que se genera con cualquier individuo para posteriormente generar un lazo y finalmente buscar la proximidad con la persona. El primer vinculo afectivo que el ser humano genera es con la madre. A partir de este el ser humano genera conductas y relaciones que dependen del contexto en el que se desenvuelva”, precisó Miguel Gutiérrez, especialista en desarrollo de habilidades emocionales.

Tipos de apego

Apego seguro

Infancia

Padres disponibles, empáticos, proporcionan individualismo sano al infante.

Adultez

Disfruta de la intimidad y cercanía en una relación, sin tabúes.

Apego evitativo

Infancia

Padres poco afectivos y más ausentes.

Adultez

Distante y frío, teme al compromiso; tiene miedo a llegar a ser dependiente de alguien más. No quiere sufrir en una relación.

Apego ansioso

Infancia

Padres disponibles solo a veces, no detectan necesidades del menor y lo vuelven dependiente.

Adultez

Sufre mucho las separaciones, amor muy intenso y constante miedo a que lo abandonen.

Apego desorganizado

Infancia

Padres conflictivos y muy incoherentes, el infante aprende que “si me maltrata, me quiere”.

Adultez

Relaciones de amor/odio muy intensas, muy inestables.

Aunque los tipos de apego son claros, el especialista en psicología de la salud advierte que una persona podría identificarse con más de uno, ya que se pueden tener diferentes tipos de apego durante el desarrollo de la vida.

Las relaciones tóxicas se relacionan con personas que tienen apego de tipo ansioso y/o apego de tipo desorganizado.

“Sí puedes lograr a identificarte, pero no es recomendable que lo hagas porque te va a generar problemáticas. Lo ideal es que como individuo tú te aceptes como eres.

“Si genero una idea de mi infancia, me iré toda mi vida con ello y entonces resulta contraproducente. Me voy a etiquetar como una persona con cierto tipo de apego y diré, por ejemplo, que es culpa de mis padres”, agregó el profesor de la Facultad de Psicología de la UANL.

Entender nuestras carencias

Según el psicólogo Miguel Ángel Gutiérrez, hay tres tipos de carencias: sociales, económicas y familiares; al reconocer cuáles son nuestras carencias, sabremos a qué peligro nos exponemos en una relación.

Para identificarlas, señaló el investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León, requerimos conocernos para detectar aquello que sentimos que nos hace falta para ser felices o sentirnos completos.

1- Carencia social: se busca el bienestar social, posicionamiento social, pertenecer a un grupo (fuera del familiar).

2- Carencia económica: el individuo quiere tener cierto patrimonio, más recursos económicos.

3- Carencia familiar: busca afecto, escucha, comunicación.

Una de las causas para soportar una relación tóxica es la comodidad que pueda brindar en diversos aspectos como el económico o social, incluso cuando hay violencia de por medio.

“Una carencia de cualquier tipo, si el individuo la considera mayor al evento que está sufriendo, simplemente va a mantener la relación. El individuo sí se da cuenta de lo que está sucediendo, pero le resta significado más allá de no darse cuenta”, mencionó Gutiérrez Barrón, experto en atención a víctimas de violencia.

“Cuando se trabajan las relaciones de pareja, las personas tienen que saber entenderse a sí mismas, entender sus propias carencias, pues muchas veces el amor puede llegar a confundirse con la satisfacción de estas. Los jóvenes siempre buscarán encontrar su lugar en la vida, saciar sus carencias para poder pasar a las siguientes”, agregó.

Para saber cuáles son nuestras carencias es necesario conocernos primero como individuos y poner en claro qué queremos, considerando también qué hacemos o soportamos para obtenerlo.

La fórmula: ser congruente con lo que pienso, siento y hago

Para que nuestro desarrollo personal, familiar y en pareja sea lo que deseamos, necesitamos una vida congruente entre estos tres aspectos. La recomendación es que esto sea lo antes posible.

“El autoconocimiento se tiene que dirigir a la palabra clave, que es la congruencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago. Tener una vida congruente, para que mi desarrollo personal, familiar y en pareja sea lo que yo deseo.

“Si no tenemos esta congruencia vamos a desatar problemáticas de múltiples tipos que se van a dar debido a que deseo saciar alguna necesidad. Si mi necesidad es económica, voy a sacrificar mi congruencia como persona para satisfacer esa necesidad".

Miguel Ángel Gutiérrez Barrón



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