4 proyectos de invernaderos que están impactando en el Tec Qro

Durante el semestre febrero-junio 2024, 25 estudiantes de sexto semestre de la carrera de Ingeniería en Biosistemas Agroalimentarios del Tec de Monterrey campus Querétaro, participaron en el bloque "Bioproducción en Ambientes Controlados".  

Este curso buscaba vincular la teoría con la práctica, ofreciendo a los alumnos la oportunidad de trabajar en proyectos reales junto con empresas líderes en la industria de la agricultura protegida. 

El profesor José Antonio Ramírez García fue el enlace entre los socios formadores y los estudiantes que participaron en el bloque, para el docente trabajar con empresas tan especializadas fue un muy enriquecedor. 

Las empresas que fueron parte de este bloque son: 

-Finka 

-Hoogendoorn 

-BioBee  

-Excalibur 

-Harris Moran 

-Lets Grow 

Innovación en el cultivo de tomate

El socio formador principal de este mega bloque fue la empresa Finka, reconocida por operar el invernadero con mayor tecnología en América Latina, especializado en la producción de tomate cherry, los estudiantes participaron en el desarrollo de estrategias para optimizar la producción en estos invernaderos. 

Durante este proyecto, los alumnos tuvieron la oportunidad de realizar un proyecto enfocado a la eficiencia del uso del agua, lo que les dio la oportunidad de involucrarse de manera directa en la operación y con los "growers" de la empresa. 

"Trabajar con finka fue una experiencia invaluable. Nos permitió ver de primera mano cómo se gestiona un invernadero de alta tecnología y entender la importancia de la eficiencia en el uso del agua" - compartió José Antonio Ramírez, docente del Tec Qro.

Automatización e IA: El futuro de la agricultura 

La tecnología es un pilar fundamental en la agricultura moderna, y los estudiantes del Tec lo experimentaron de primera mano durante su colaboración con la empresa Hoogendoorn, líder en automatización para la agricultura protegida.  

Esta colaboración les permitió a los alumnos explorar el uso de la programación y logaritmos inteligentes, un paso previo al uso de inteligencia artificial en la agricultura.  

Los estudiantes no solo participaron en el desarrollo de estrategias para optimizar la producción en estos invernaderos, sino que también se involucraron directamente en su operación, trabajando codo a codo con los "growers" de la empresa. 

"El aprendizaje obtenido es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser una herramienta poderosa para transformar la agricultura y que los futuros profesionales deben estar preparados para integrar estas innovaciones", comentó José Antonio Ramírez.

Biotecnología en Acción: control biológico de plagas 

Uno de los mayores desafíos en la agricultura moderna es la necesidad de reducir el uso de productos agroquímicos para el control de plagas. 

La empresa israelí BioBee, especializada en control biológico, colaboró con los estudiantes del Tec de Monterrey para enseñarles cómo aplicar agentes biológicos en la gestión de plagas dentro de los invernaderos. 

Esta colaboración incluyó dos prácticas intensivas en CAETEC, donde los alumnos aprendieron a identificar y utilizar insectos y otros organismos benéficos para el control biológico. 

Durante estas prácticas, los estudiantes tuvieron la oportunidad de trabajar con insectos depredadores, que se utilizan para mantener bajo control las poblaciones de plagas en los cultivos.   

"La experiencia con BioBee nos mostró cómo la biotecnología puede ser una herramienta poderosa para controlar plagas de manera sostenible" - compartió José Antonio acerca de los aprendizajes del bloque.

La comprensión y aplicación de estas técnicas es crucial para el futuro de la agricultura, especialmente en un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante para los consumidores y los productores. 

Híbridos y Sustratos: Una producción eficiente 

Durante el bloque, los estudiantes también tuvieron la oportunidad de trabajar con Harris Moran, una empresa líder en el desarrollo de híbridos de pimiento y tomate. Esta colaboración permitió a los alumnos evaluar nueve variedades de tomate y seis de pimiento, analizando su rendimiento y adaptabilidad a las condiciones locales en el CAETEC.

Además de la evaluación de híbridos, los estudiantes participaron en un taller con Excalibur, una empresa canadiense especializada en sustratos de fibra de coco, un componente clave en la producción hidropónica. 

En este taller, se discutieron los factores críticos para la elección de un buen sustrato, incluyendo la calidad de las materias primas y su impacto en la sanidad de las raíces y el desarrollo de los cultivos. 

Estos conocimientos son esenciales para cualquier ingeniero en biosistemas agroalimentarios, ya que una correcta selección de materiales puede significar la diferencia entre una cosecha exitosa y un fracaso productivo. 

"Evaluar diferentes híbridos y aprender sobre sustratos fue clave para entender cómo optimizar la producción en invernaderos" - José Antonio Ramírez.

La combinación de estos elementos es lo que permite a los productores maximizar la eficiencia y sostenibilidad de sus operaciones, asegurando que los cultivos no solo sobrevivan, sino que prosperen en condiciones controladas. 

  "El aprendizaje obtenido con esta tecnología es una herramienta poderosa para transformarla agricultura y preparar a los futuros profesionistas". - José Antonio Ramírez.  

Monitoreo y datos claves en cultivos protegidos

La precisión en el monitoreo de cultivos es esencial para maximizar la eficiencia y la productividad en la agricultura protegida. Los estudiantes participaron en talleres impartidos por la empresa holandesa LET´S GROW, especializada en el monitoreo y análisis de datos en invernaderos.

Uno de los aspectos más destacados de esta colaboración fue la generación de una base de datos enfocada en el desarrollo de cultivos protegidos dentro del CAETEC, a través de esta base, los estudiantes pudieron analizar patrones de crecimiento, identificar problemas potenciales y realizar ajustes precisos en tiempo real. 

La capacidad de manejar y analizar grandes volúmenes de datos les permitió comprender cómo las variaciones en las condiciones del invernadero pueden afectar directamente la salud y el rendimiento de los cultivos.

Impacto en la formación profesional 

Estas experiencias no solo brindaron a los estudiantes una oportunidad de aprendizaje práctico, sino que también tuvieron un impacto profundo en su formación profesional. 

A través de la colaboración con empresas líderes y la inmersión en proyectos reales, los alumnos pudieron aplicar los conocimientos adquiridos en sus cursos de manera tangible, enfrentando retos que reflejan los desafíos del mundo laboral. 

Este enfoque práctico les permitió a los estudiantes desarrollar habilidades clave, como la resolución de problemas, la toma de decisiones basada en datos y la capacidad de trabajar en equipo en un entorno profesional. 

Además, la experiencia les ofreció una visión más amplia de la industria de la agricultura protegida, exponiéndolos a las tendencias más recientes y las tecnologías emergentes que están transformando el sector.  

"Este proyecto cambió completamente la perspectiva de los estudiantes, les permitió ver todas las áreas involucradas en la agricultura protegida y cómo se interrelacionan" - José Antonio Ramírez.

Al finalizar el semestre, los alumnos no solo salieron con un mayor conocimiento técnico, sino también con una preparación sólida para enfrentar los desafíos del mercado laboral, convirtiéndose en profesionales más completos y competitivos en el ámbito agroalimentario.