Ve el papa su renuncia como "una hipótesis lejana"

El Papa Francisco, en su próxima autobiografía "Vida. Mi historia a través de la Historia", aborda temas diversos que van desde su visión sobre el papado hasta aspectos personales y políticos que han marcado su vida.

En primer lugar, descarta la posibilidad de una eventual renuncia, considerándola una "hipótesis lejana" que solo se contemplaría en caso de un impedimento físico grave. Aunque reconoce que algunos en el Vaticano especulan sobre esta posibilidad.

"Creo que el ministerio petrino es ad vitam y, por tanto, no veo condiciones para una renuncia. Las cosas cambiarían si se produjera un impedimento físico grave, y en ese caso ya firmé al inicio del pontificado la carta con la renuncia que está depositada en la Secretaría de Estado. Si esto sucediera, no me llamaría papa emérito, sino simplemente obispo emérito de Roma, y me trasladaría a Santa María la Mayor para volver a ser confesor", apuntó.

"Pero ésta es una hipótesis lejana, porque realmente no tengo motivos tan serios para pensar en una renuncia. Alguien, a lo largo de los años, tal vez ha esperado que tarde o temprano, quizá después de una hospitalización, hiciera un anuncio de este tipo, pero no existe tal riesgo: gracias al Señor, gozo de buena salud", añade.

El Papa también reflexiona sobre los ataques que recibe, especialmente aquellos que lo acusan de "destruir el papado". Recuerda el deseo de cambio expresado en el cónclave de 2013 y señala que siempre habrá quienes intenten frenar las reformas, deseando permanecer en la época del "papa-rey".

"Es cierto que el Vaticano es la última monarquía absoluta de Europa, y que aquí se producen a menudo razonamientos y maniobras cortesanas, pero estos patrones deben abandonarse definitivamente", apuntó el santo padre.

Además de compartir recuerdos personales, como el papel del piamontés como su primera lengua materna y la tragedia del naufragio en el que murieron 300 migrantes, el Papa aborda temas controvertidos como el aborto, los vientres de alquiler y la inclusión de homosexuales en la Iglesia.

También revela detalles sobre su relación con su antecesor, Benedicto XVI, y comparte su pasión por el fútbol, mencionando a figuras como Diego Maradona y Lionel Messi.

Finalmente, el Papa Francisco habla sobre su experiencia durante el golpe militar en Argentina, cuando escondió a seminaristas y participó en la liberación de dos jesuitas secuestrados por el régimen. Califica estos eventos como un "genocidio generacional" y denuncia las acusaciones en su contra como una venganza de aquellos que conocían su oposición a tales atrocidades.

Estas reflexiones ofrecen una visión íntima y perspicaz de la vida y las convicciones del Papa Francisco, destacando su compromiso con la reforma y la justicia social.