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Trump marcó el 2024, para bien o para mal
Publicación:31-12-2024
TEMA: #Internacional
Tras anunciar su candidatura, el 15 de noviembre de 2023, las cosas no pintaban tersas para Trump.
MIAMI, Florida, EU., diciembre 31 (EL UNIVERSAL).- Estados Unidos despide 2024 cargado de eventos que marcaron el año de muchas maneras. La crisis fronteriza, el narcotráfico y las reiteradas muertes por fentanilo son de los eventos más marcados. Pero ninguno como el retorno de Donald J. Trump a la arena política estadounidense, consolidando su influencia en el Partido Republicano y en el electorado nacional.
Tras su derrota en las elecciones de 2020, "Trump mantuvo una presencia constante en la vida pública, utilizó plataformas de comunicación y realizó eventos para mantener su base de seguidores activa y comprometida", comenta a EL UNIVERSAL la politóloga Jane Williams, desde Washington, D.C. Y logró "el regreso de regresos", para bien... o para mal.
Tras anunciar su candidatura, el 15 de noviembre de 2023, las cosas no pintaban tersas para Trump. Apenas empezar el año, un jurado lo declaró culpable en el juicio por difamación que inició en 2023 la escritora E. Jean Carroll, quien ya había ganado una demanda por abuso sexual y lo demandó de nuevo cuando él insistió en que no hubo tal abuso.
En su fallo de enero, el tribunal de Nueva York también ordenó al expresidente (2017-2021) pagarle a Carroll un total de 83.3 millones en compensaciones y daños punitivos. Este lunes, un tribunal de apelaciones confirmó la sentencia que ordenó a Trump en 2023 pagar a Carroll 5 millones de dólares por abuso sexual y difamación, en el más reciente golpe al magnate.
En el Partido Republicano, figuras como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, emergieron, entre otros, como contendientes para la nominación presidencial. Sin embargo, "la influencia de Trump y el control sobre la base del partido le permitieron neutralizar esas amenazas, supo consolidarse y llevar su posición como el candidato preferido", dice Williams.
Peor era el panorama judicial del expresidente, con investigaciones penales relacionadas a presuntos pagos a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels, para silenciar un supuesto affaire que él niega —que disfrazó como gastos de campaña—; por interferencia electoral en Georgia (en las elecciones de 2020 que perdió frente a Joe Biden); por mal manejo de documentos clasificados (que se llevó de la Casa Blanca al dejar la presidencia en 2021) y por su papel en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.
En mayo, Trump se convertía en el primer expresidente convicto en la historia de Estados Unidos, al ser declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, todos relacionados con el pago a Daniels. Furioso por los juicios, que además le impidieron en muchos casos hacer campaña, Trump se enfocó en las primarias, que ganó una a una, quitándose rivales en el camino. Cuando resultó obvio que sería el ganador, DeSantis, Haley, todos cerraron filas con él.
-----El atentado
Antes de jurar como candidato republicano a la presidencia, el 13 de julio de 2024, durante un multitudinario mitin en Butler, Pennsylvania, la campaña de Donald Trump enfrentó uno de los momentos más críticos del año: un intento de asesinato que puso en peligro su vida y que, a la vez, lo catapultó como no habría pensado, como una víctima que, a los ojos de muchos, el sistema "quería eliminar".
El agresor, identificado como Thomas Matthew Crooks, disparó ocho veces con un rifle de alta potencia desde una distancia de aproximadamente 150 metros. Una persona murió y Trump, milagrosamente, solo resultó herido de un oído. Para sus seguidores, este acto no hizo más que reafirmar la percepción de Trump como un líder casi invencible, como un semidios. Y él explotó esa imagen los días siguientes, en la Convención Republicana en la que apareció con el oído cubierto, asegurando que sólo Dios pudo salvarlo.
Las fotos de participantes de la convención con el oído vendado quedaron para el recuerdo de lo que empezaba a ser una de las campañas electorales más atípicas en la historia de Estados Unidos.
Sus aliados, como el senador Josh Hawley, declararon que "lo que ocurrió en Butler no fue solo un ataque contra un hombre, sino contra el futuro de nuestra nación. La izquierda radical está desesperada, y este acto cobarde es una prueba de ello".
En medio de fuertes críticas hacia el presidente Joe Biden, encabezadas por Trump, y después de un primer debate presidencial desastroso para Biden el 27 de junio, el Partido Demócrata enfrentó una de sus transiciones más significativas y polémicas.
-----El retiro de Biden
El 1 de agosto, Biden anunció su decisión de no buscar la reelección, cediendo el liderazgo a la vicepresidenta Kamala Harris. Pero el brillo inicial de Harris duró un par de semanas, para luego desplomarse. El mensaje demócrata, centrado en presentar a Trump como una amenaza a la democracia, no sólo no caló, sino reviró.
Los estadounidenses criticaron a un gobierno al que veían como empeñado en golpear a Trump, en vez de enfocarse en la economía. Biden reconoció en los últimos días su fracaso en transmitir a la ciudadanía los esfuerzos y logros en la materia, que se convirtió en el elemento central de las elecciones del 5 de noviembre.
"Aunque Harris tuvo momentos realmente buenos, sólidos, al final las encuestas —posteriores al debate— indicaron que Trump logró conectar mejor y de manera más efectiva con los votantes independientes y los indecisos" dice Williams.
Trump, en cambio, centró su campaña en temas clave que finalmente convencieron a la mayoría de los votantes. Prometió reducir impuestos, eliminar regulaciones y devolver empleos a diversos sectores manufacturero, que sumó a su promesa clave de resolver la crisis migratoria que, a decir por los votos hispanos que obtuvo, también es un tema que preocupa a la comunidad.
Conseguida la victoria, Trump cierra el año con sus líos judiciales desvaneciéndose, al menos lo que dure su presidencia. Y con un país dividido. Para unos, dice Williams, es un salvador. Para otros, la razón de las peores pesadillas. Para bien, o para mal, Trump es una fuerza política imparable en EU.
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