Se defiende KFC en el juicio que se le sigue

Buenos Aires, Argentina.- Dentro del juicio que se le sigue por presunta corrupción, Cristina Fernández de Kirchner acusó a los fiscales de sostener “increíbles mentiras” y dijo sentirse en estado de indefensión.

La vicepresidenta de Argentina solicitó al tribunal que la juzga que investigue el proceder de los procuradores.

 “Quiero hacer un pedido formal al tribunal para que al finalizar las audiencias se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con las pruebas periciales y testimoniales que tuvo este juicio”, dijo la expresidenta.

Los fiscales pidieron en agosto una condena a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos tras acusarla de liderar una organización delictiva que adjudicó de forma irregular durante su mandato unas 51 obras viales con fondos nacionales a Lázaro Báez, un empresario allegado.

También la acusaron de una defraudación al Estado por cerca de mil millones de dólares a raíz de esas supuestas maniobras irregulares.

La vicepresidenta, intervino en la audiencia judicial 22 días después de ser víctima de un fallido atentado en las mediaciones de su vivienda en Buenos Aires por el que cuatro personas están detenidas.

Fernández de Kirchner sostuvo que la acusación de ser jefa de una asociación ilícita que direccionó obras “no tiene ni pies ni cabeza” y es “inconstitucional, antirrepublicana y antifederal”.

También cuestionó que los fiscales usaron “como prueba de delitos de decretos aprobados por el Parlamento” que dieron luz verde al presupuesto para las obras.

“Han traído de los pelos este juicio porque a la que tienen que traerme de los pelos era a mí y para eso trajeron de los pelos a la constitución, al Código Civil, a la jurisprudencia, al sentido común, a todo”, sostuvo la vicepresidente

A su vez, al aludir al frustrado atentado que sufrió el 1 de septiembre, el dirigente dijo “así como vamos, vamos mal. La Argentina no vende con este Poder Judicial. ¿Yo, impunidad?... Yo me siento en estado de indefensión”.

La exmandataria recordó que en marzo su despacho en el Senado -cámara que preside por ser la vicepresidenta- “fue destruida durante más de 40 minutos de apedreadas” por parte de manifestantes que protestaban contra la política económica “sin que ninguna fuerza de seguridad local o nacional lo impidiera”.

Dijo además que el día que los fiscales pidieron la condena de cárcel algunos canales de televisión mostraban la puerta del edificio donde residen. “Es la única puerta que se conoce en la Argentina... ahí mismito donde me quisieron pegar el tiro”, afirmó la exmandataria.