Internacional Europa
Propone Ámsterdam legalizar el uso de la cocaína
Publicación:16-04-2024
En la búsqueda de hacerle frente a los problemas relacionados al narcotráfico, la alcaldesa de Ámsterdam planteó la idea de regular el uso de drogas duras.
La Alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, planteó la posibilidad de regular el uso de drogas duras como la cocaína y el éxtasis como medida fundamental en la lucha contra el narcotráfico y sus impactos "desastrosos" en la juventud de la capital neerlandesa.
En una entrevista, Halsema expresó la idea de que la cocaína podría obtenerse a través de farmacias o sistemas médicos, como parte de un enfoque regulado. La líder ecologista, en su cargo desde 2018 en esta ciudad famosa por sus "coffeeshops" de cannabis, reconoce la persistencia del narcotráfico, que continúa moviendo enormes sumas de dinero y representa una amenaza para los jóvenes vulnerables.
Halsema subrayó la necesidad de reducir el consumo de drogas peligrosas y la ineficacia de los métodos actuales de control. En Ámsterdam, donde el tráfico de drogas es una preocupación importante, el 80% de las actividades policiales están dirigidas hacia la lucha contra la criminalidad relacionada con las drogas.
La alcaldesa destacó el impacto negativo del narcotráfico en la juventud de la ciudad, donde el uso de drogas duras se normaliza rápidamente, al igual que en otras capitales europeas. A pesar de los esfuerzos policiales, Halsema admitió que el precio de la cocaína en la calle no ha variado, lo que sugiere la necesidad de reconsiderar enfoques alternativos.
Ante este panorama, Halsema plantea la pregunta: "¿No es ridículo dejar el tráfico de drogas en manos de criminales sin buscar un modelo de mercado civilizado?"
Perspectivas divergentes
La postura de Halsema desató un debate moral, especialmente entre los defensores de la guerra contra los enervantes, como el Alcalde de Amberes, Bart de Wever. Este último critica abiertamente la propuesta de Halsema, mientras que señala que su ciudad se convirtió en la principal puerta de entrada de la cocaína en Europa en los últimos años.
Por otro lado, autoridades en ciudades como Rotterdam optaron por una estrategia diferente, lanzando campañas dirigidas a los usuarios de drogas, con el argumento de que cada dosis apoya las redes criminales. Halsema, sin embargo, cuestiona esta visión al señalar que criminalizar a los consumidores no tiene los efectos deseados, como se evidencia en las superpobladas cárceles y los continuos impactos negativos en la salud, especialmente en países como Estados Unidos.
El debate en los Países Bajos, al igual que en muchas naciones, se ha centrado en consideraciones emocionales y morales sobre los peligros de las drogas, con poca atención a aspectos económicos o pragmáticos. Ante la falta de voluntad del Gobierno nacional conservador para abordar este tema, Halsema ha buscado llevar la discusión a un ámbito internacional, invitando a líderes de todo el mundo a debatir sobre cómo regular las drogas de manera más efectiva.
El manifiesto resultante de esta conferencia fue apoyado, especialmente de figuras como el Alcalde de Berna y la ex Alcaldesa de Bogotá. Halsema argumenta que aquellos que reflexionan sobre cómo reducir realmente la dominación del narcotráfico tienden a llegar a la conclusión de que la regulación es la única alternativa viable. Sin embargo, reconoce que lograr un mercado regulado y controlado llevará tiempo y esfuerzo, y requerirá abordar todos los aspectos de la cadena, desde la producción hasta el suministro.
Halsema rechaza la noción de que la tolerancia hacia las drogas ligeras en los Países Bajos haya contribuido a la explosión del tráfico de cocaína en el país. Para ella, la situación geográfica y las tradiciones comerciales son factores clave en este fenómeno. Sin embargo, advierte sobre las consecuencias graves de la creciente influencia del narcotráfico en el país, destacando la presión sobre el sistema judicial y la amenaza de convertirse en un "narcoestado".
« Redacción »