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Polarización política en EU desata nuevos actos violentos

Polarización política en EU desata nuevos actos violentos
El 6 de enero de 2021, una turba de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio en un intento de detener la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales

Publicación:20-10-2024
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Desde el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, que dejó cinco muertos, la violencia política ha crecido.

El 12 de octubre fue detenido por elementos de Riverside, California, un hombre armado con un rifle de alto calibre, una pistola y una escopeta cerca de donde el candidato republicano Donald Trump estaba por iniciar un mitin político, lo que da cuenta de la violencia política en Estados Unidos, que no para y sigue.

Los discursos extremistas, las divisiones partidistas y los eventos traumáticos como los dos intentos de asesinato sufridos por Trump y el asalto al Capitolio en 2021 serían suficientes para ejemplificar la situación.

Si bien la violencia política no es un fenómeno nuevo en la Unión Americana, su visibilidad y frecuencia parecen haber alcanzado un punto crítico. "Tenemos posturas muy distintas", comenta el politólogo Pablo Salas, desde Florida; "mientras Kamala subraya la importancia de la unidad y el discurso responsable, Trump adopta una postura más defensiva, enfocándose en proteger a su base y desviando la atención hacia los movimientos de los demócratas que él llama de izquierda, como responsables de la violencia".

En medio de estas afrentas, baste considerar que con sólo dos meses de diferencia, Trump ha sido blanco de dos intentos de asesinato durante su campaña presidencial.

El primer atentado ocurrió el 13 de julio pasado, durante un mitin en Butler, Pennsylvania, donde un francotirador disparó a 150 metros de distancia, de acuerdo con las investigaciones, rozándole la oreja derecha. El segundo intento sucedió dos meses después, mientras Trump jugaba golf en su club en West Palm Beach, Florida. 

"Pero muchas veces son los propios políticos quienes, conscientes o no, alimentan la violencia política. Y un vehículo frecuente para ello son las redes sociales, que constantemente permiten la proliferación de discursos de odio y teorías de conspiración", señala Salas. 

En este contexto, el 6 de enero de 2021, una turba de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio en un intento de detener la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. El asalto al Capitolio dejó cinco muertos y cientos de heridos. Para Harris, este ataque fue un golpe directo a la democracia.

En un discurso conmemorativo del evento, Harris describió: "Lo que vimos ese día no fue simplemente un ataque a un edificio. Fue un ataque a la libertad, a la supremacía de la ley y a nuestro sistema electoral. Fue un intento de revertir el orden democrático". 

La reacción de Trump al asalto al Capitolio ha sido más ambigua.

Durante el ciclo electoral de 2020, una bomba fue descubierta en una sede del Departamento de Elecciones en Nashville, Tennessee. Aunque el artefacto no llegó a detonar, reflejó la creciente hostilidad hacia el proceso electoral. En agosto de 2017, en Charlottesville, Virginia, se produjo un enfrentamiento entre manifestantes de extrema derecha, incluyendo grupos neonazis y supremacistas blancos, así como contra manifestantes que se oponían a su presencia. 

El punto álgido de la violencia fue cuando un neonazi arrolló con su coche contra manifestantes, matando a una mujer llamada Heather Heyer.

Las tensiones internas dentro del Partido Demócrata también han generado enfrentamientos verbales y amenazas de violencia.

Figuras como Alexandria Ocasio-Cortez y otros miembros del ala progresista del partido han recibido amenazas de muerte y acoso constante, por parte de extremistas de derecha como de sectores más moderados dentro de su propio partido que critican sus políticas radicales.

Dentro del propio Partido Republicano, los conflictos también han surgido en relación con las milicias de extrema derecha, como los Proud Boys y los Oath Keepers

Además, en octubre de 2022, Paul Pelosi, esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue atacado en su casa por un hombre armado con un martillo que buscaba a Nancy Pelosi. El atacante, motivado por teorías de conspiración de extrema derecha, irrumpió en la casa y golpeó a Paul en la cabeza, dejándolo gravemente herido. 

Un informe de Reuters publicado en 2021 reveló un aumento significativo en los actos de violencia política entre 2020 y 2021, un fenómeno impulsado en gran medida por la creciente polarización política y la desinformación que circula en las redes sociales. 

"Hay que tomar en cuenta que los algoritmos de las redes sociales también juegan un papel clave en todo esto que ocurre, porque están diseñados para darle prioridad al contenido que genera más interacción, lo que a menudo significa amplificar el discurso de odio y las teorías de conspiración", explica el politólogo.

Mientras Harris aboga por una mayor regulación de las plataformas para combatir la desinformación, Trump ha utilizado las redes sociales como una herramienta clave para movilizar a su base y difundir su mensaje.



« El Universal »