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Internacional Latinoamérica


“Ortega se dedicó a construir una dictadura”

“Ortega se dedicó a construir una dictadura”


Publicación:24-07-2021
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Carrión, de 68 años, ahora es perseguido por Ortega, su antiguo camarada en la guerrilla sandinista

SAN JOSÉ, Costa Rica/EL UNIVERSAL.- Al llegar hoy a sus 60 años de existencia en Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) completó el paso de perseguido y reprimido a perseguidor y represor y de férreo emblema bélico contra la dictadura dinástica derechista de los Somoza a dócil instrumento para prolongar el poder de los Ortega Murillo, acusados de dictadura dinástica encubierta en el socialismo. Tras ganar los comicios de 2006 y asumir en 2007, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, comenzó a "consolidar una dictadura", alegó el nicaragüense Luis Carrión Cruz, uno de los nueve comandantes del FSLN que, junto al hoy presidente, entraron triunfantes a Managua para sellar la caída del somocismo en julio de 1979. Hostigado de joven por el aparato represivo de los Somoza, que gobernó 45 años, Carrión, de 68 años, ahora es perseguido por Ortega, su antiguo camarada en la guerrilla sandinista y, de 1979 a 1990, en la revolución dirigida por el FSLN. Casado, con cuatro hijos y máster en Administración Pública, Carrión huyó de Nicaragua a Costa Rica en junio anterior por la oleada de represión política que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, recrudecieron desde abril de 2018 y atizaron el mes pasado con el arresto de 26 opositores, incluidos mujeres y hombres que acompañaron al hoy gobernante en insurgencia y en Revolución. "Ortega prácticamente ya mató, liquidó las elecciones", dijo Carrión, en referencia a los comicios convocados para el próximo 7 de noviembre y marcados por el encarcelamiento del liderazgo opositor y la decisión de Ortega y Murillo de preservar el dominio que lograron a partir de 2007. Carrión entró al FSLN en 1972 y pasó a la clandestinidad en 1974. Con la victoria de 1979 ocupó varios cargos en la Revolución, derrotada en las urnas en 1990 con Ortega como candidato sandinista. Concluida la fase revolucionaria, Ortega se apoderó del Frente y provocó la ruptura en 1995 con Carrión y otros veteranos sandinistas, que crearon una fuerza opositora que en 2021 quedó acorralada por el dúo gobernante. La pareja negó ser dictadura dinástica y represora y alegó que sus rivales se vendieron a Estados Unidos y recurrieron al terrorismo para un golpe de Estado. El siguiente es un extracto de la entrevista. -¿Cómo es la Nicaragua de hoy con la que soñó al unirse con 19 años al FSLN? —Totalmente distinta. Es una Nicaragua de la que me he visto obligado a salir para preservar mi integridad. Varios de mis compañeros de lucha contra los Somoza en la década de 1970, en 2021 están detenidos. Ortega dejó atrás sus sueños revolucionarios. Nunca tuvo convicción democrática. "Cuando regresó a la Presidencia en 2007 se dedicó a construir y consolidar una dictadura y sometió a su control a todos los poderes estatales, con fraude electoral y como jefe del Ejército y de la Policía. Convirtió al Poder Judicial en ejecutor de sus políticas, sin independencia, y modificó la Constitución para reelegirse indefinidamente. "De los sueños revolucionarios en Nicaragua pasamos a la construcción de una dictadura que en sus fines y en su corrupción no se diferencia mucho de la dictadura de los Somoza y de otras dictaduras del siglo pasado en América Latina. "Esa es la gran traición de Ortega y no sólo a los sueños de aquel entonces, sino a las aspiraciones de la juventud actual. A todos engañó". -¿Sufre hoy Nicaragua por los errores de la Revolución que usted apoyó? —En la Revolución fracasamos en extirpar la raíz de la tragedia recurrente en Nicaragua: el ciclo dictadura-revolución-dictadura-revolución que nos tiene como el segundo país más pobre de América y que significó una larguísima lista de gente, de mayoría jóvenes, que sacrificó sus vidas luchando por construir un nuevo país.


« El Universal »