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Negocios de Kabul deben cubrir cabezas de maniquíes

Negocios de Kabul deben cubrir cabezas de maniquíes


Publicación:17-01-2023
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El gobierno talibán justifica la decisión al señalar que así lo dicta el Islam

Porque así lo dicta el Islam, el gobierno de Afganistán ha ordenado que todos los maniquíes en las tiendas tengan cubiertas sus cabezas con bolsas de tela o de plástico negro.

Los maniquíes encapuchados son un símbolo del gobierno puritano de los talibanes en Afganistán. Pero, de manera cierta, también son una pequeña muestra de resistencia y creatividad por parte de los vendedores de vestidos en Kabul.

En un principio, el Talibán quería que los maniquíes simplemente fueran decapitados.

No mucho después de su ascenso al poder en agosto de 2021, el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio decretó que retirarse todos los maniquíes de los aparadores o se les debía quitar la cabeza, según reportes de la prensa local.

El Talibán fundamentó su orden en una interpretación estricta de la ley islámica que prohíbe las estatuas y las imágenes de forma humana, ya que podrían ser adoradas como ídolos, aunque también se combina con la campaña gubernamental para retirar a las mujeres de la vista pública.

Algunos vendedores de telas cumplieron. Pero otros se opusieron.

Se quejaron de que no podrían mostrar adecuadamente sus vestidos y de que tendrían que dañar maniquíes valiosos. El Talibán tuvo que enmendar su orden y permitió que, en lugar de decapitar los maniquíes, los comerciantes les cubrieran las cabezas.

Entonces los vendedores tuvieron que hallar un equilibrio entre obedecer al Talibán y tratar de atraer clientes. Las distintas soluciones que se les ocurrieron están a la vista en la calle Lycee Maryam, una avenida comercial de clase media repleta de tiendas de vestidos en la parte norte de Kabul. Los aparatos y salas de exhibición están llenos de maniquíes con vestidos de noche y atuendos sumamente coloridos y decorados, ya todos ellos se les ha cubierto la cabeza con diversas estrategias.

En una tienda, las cabezas de los maniquíes estaban cubiertas con fundas del mismo material de los vestidos tradicionales que modelaban. Uno de ellos, que llevaba un vestido morado decorado con conchas de cauri, tenía una capucha morada que le hacía juego. Otro, con un elaborado vestido rojo decorado con oro, se vio casi elegante con su máscara de terciopelo rojo y una corona dorada sobre la cabeza.



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