Municiones de racimo ya están en Ucrania: Pentágono

Washington, EU.- Las municiones en racimo proporcionadas por Estados Unidos ya llegaron a Ucrania, dijo el Pentágono el jueves.

Las municiones, que son bombas que se abren en el aire y liberan decenas de minibombas más pequeñas, son vistas por EU como una forma de obtener las municiones que Kiev necesita críticamente para ayudar a reforzar su ofensiva y avanzar a través de las líneas del frente rusas. Los líderes estadounidenses debatieron el espinoso tema durante meses, antes de que el presidente Joe Biden tomara la decisión final la semana pasada.

Los líderes de EU han dicho que su país enviará una versión de la munición que tiene una "tasa de fallas" reducida, lo que significa que menos bombetas más pequeñas fallan al explotar. Los proyectiles sin explotar, que a menudo ensucian los campos de batalla y las zonas civiles pobladas, provocan muertes no deseadas. Los funcionarios estadounidenses dijeron que Washington proporcionará miles de rondas, pero no proporcionaron números específicos.

El teniente general Douglas Sims, director de operaciones del Estado Mayor Conjunto, dijo a los periodistas el jueves que "las municiones en racimo ya se han entregado a Ucrania en este momento". Pero no estaba claro si las tropas ucranianas ya las han usado.

Biden describió la decisión de proporcionar los proyectiles como "muy difícil", citando su historial de asesinatos de civiles. Más de 120 países de todo el mundo, pero no EU, Rusia o Ucrania, han firmado una convención internacional que prohíbe la producción de municiones en racimo y desaconseja su uso. Tanto Moscú como Kiev han desplegado las municiones durante la guerra, y los funcionarios regionales ucranianos han acusado regularmente a las fuerzas rusas de usarlas para atacar a civiles.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, agradeció el miércoles a Biden por la ayuda militar de Estados Unidos y dijo que los envíos de municiones en racimo controvertidas ayudarían a Ucrania a luchar contra Rusia. Los dos se reunieron durante la cumbre de la OTAN en Lituania, donde las naciones occidentales hicieron nuevas promesas de armas y municiones para luchar contra la invasión de Rusia.