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Internacional Latinoamérica


Mi cuerpo en Panamá; mi corazón en Kiev

Mi cuerpo en Panamá; mi corazón en Kiev


Publicación:28-03-2022
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Pese a la grave crisis militar en Ucrania, Valeriia ve con optimismo el futuro de su país.

SAN JOSÉ, Costa Rica.- La ucraniana Valeriia Khovrych sueña en Panamá con volver a reunirse con sus gatas -Shouty, la madre, y sus hijas Solomocha y Gaby-... si sobreviven a la guerra que Rusia lanzó desde el 24 de febrero pasado contra Ucrania.
"Mi cuerpo está en Panamá, pero mis pensamientos en Ucrania", dijo Valeriia a EL UNIVERSAL en entrevista vía WhatsApp desde la capital panameña, a donde ingresó hace una semana para buscar el estatus de refugiada. "Las gatas están bien", dijo.
Tras cinco días de hostilidades bélicas, Valeriia huyó de Kiev con las gatas hacia Leópolis, de las ciudades ucranianas más golpeadas por la agresión rusa y donde una pareja amiga con un gato, aceptó cuidar a las tres.
Valeriia pasó en autobús de Leópolis a Cracovia, Polonia, y más de dos semanas después se trasladó a Varsovia, la capital polaca, desde donde viajó en avión a Países Bajos y a Panamá.
"Las gatas están tranquilas. Las están cuidando una pareja. Hablo con ellos a diario y me dicen que están bien", describió.
Ingeniera industrial, adulta mayor de 40 años (se niega a precisar su edad), con un hijo -Misha- en Emiratos Árabes Unidos y un hermano en Estados Unidos y de padres ya fallecidos, esta ucraniana escogió Panamá porque en Kiev, dedicada al alquiler de habitaciones, conoció al empresario panameño Emigdio Quintero a quien le rentó.
Ingeniero industrial y de 44, Emigdio llegó el 25 de septiembre de 2021 a Kiev a instalar la sucursal para Europa del Este de su empresa EQP Consulting, de asesoría con normas de calidad. Cuando estalló la guerra, Valeriia y Emigdio soportaron los primeros días con la creencia de que el conflicto acabaría pronto.
Cada vez que las sirenas alertaron en Kiev sobre un ataque de Rusia, ambos recogían presurosos a las gatas y los cinco acudían a un refugio.
Al quinto día de guerra, Valeriia recibió un mensaje vía internet de que un tren saldría de la capital. Ella y Emigdio decidieron salir de Ucrania y colocaron a los tres animales en una bolsa. Emigdio cargó con el paquete en una travesía de más de 10 horas hacia Leópolis, donde estuvieron dos días hasta viajar en autobús al punto limítrofe con Polonia.
Luego de un trámite de más de siete horas en la frontera con Polonia, la ucraniana y el panameño lograron pasar al lado polaco y se instalaron en Cracovia. Emigdio voló de Polonia a Francia y a Países Bajos y el 7 de marzo arribó a Panamá.
"Valeriia se quedó en Cracovia con una amiga. Allí le ofrecí que viniera a Panamá. La cancillería panameña me respondió que, a pesar de que no existe un programa para refugiados ucranianos, sí la apoyarían. Fue así como llegó a Panamá", detalló Emigdio.
---El futuro
Pese a la grave crisis militar en Ucrania, Valeriia ve con optimismo el futuro de su país.
"Pienso que en algunos años Ucrania va a volver a estar linda y floreciente como siempre ha estado y quizás más bella que antes de la guerra. Estoy segura de que las personas que salimos de Ucrania por la guerra volveremos a nuestro bello país", pronosticó.
Emigdio la contrató como empleada en Panamá y los trámites ante las autoridades panameñas para obtener el rango de refugiada continúan avanzando.
Pero entre sus preocupaciones están Shouty, de 7 años, y Solomocha y Gaby, de 6 como hermanas de una misma camada.


« El Universal »