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Manifestantes protestan pese a violencia policial

Manifestantes protestan pese a violencia policial
Estados Unidos condenó “de forma enérgica” la violencia contra los manifestantes

Publicación:10-02-2021
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Se reportaron nuevas movilizaciones en Yangón y Mandalay, las dos principales ciudades del país, además de en la capital, Naipyidó

Yangón, Myanmar.-Multitudes contrarias al golpe de Estado militar en Myanmar volvieron a desafiar el miércoles la prohibición de manifestarse, luego de que las fuerzas de seguridad emplearon la fuerza contra ellas en la víspera y registraron la sede del partido de la derrocada líder Aung San Suu Kyi.

Se reportaron nuevas movilizaciones en Yangón y Mandalay, las dos principales ciudades del país, además de en la capital, Naipyidó, y en otros lugares.

Los inconformes exigen que se devuelva el poder al gobierno civil depuesto de Suu Kyi, así como su liberación y la de otros miembros de la formación gobernante, detenidos cuando el ejército impidió la primera sesión del nuevo parlamento el 1 de febrero.

El ejército justificó el alzamiento alegando que en las elecciones de noviembre, en las que la Liga Nacional para la Democracia de Suu Kyi ganó por una aplastante mayoría, estuvieron plagadas de irregularidades. La comisión electoral rechazó las acusaciones.

Las crecientes protestas y el último allanamiento de la junta sugieren que hay poco espacio para la reconciliación. El ejército, que ostentó el poder de forma directa durante cinco décadas tras un golpe en 1962, empleó la fuerza letal para sofocar un masivo levantamiento popular en 1988 y una revuelta liderada por monjes budistas en 2007.

La policía utilizó cañones de agua y efectuó disparos de advertencia para tratar de dispersar a los inconformes en Naipyidó y Mandalay el martes. En la capital se lanzaron también balas de goma, y se habría empleado munición real, hiriendo a una mujer, según testigos e imágenes publicadas en redes sociales. Los reportes no pudieron confirmarse de forma independiente.

Human Rights Watch citó a un médico en un hospital de Naipyidó que dijo que la mujer estaba en estado crítico y que tenía un proyectil en la cabeza, que se creía que era una bala que entró por detrás de la oreja derecha afectándole gravemente al cerebro. Un hombre estada siendo tratado de una herida en el torso consistente con una causada por munición real, agregó el doctor.

“La policía de Myanmar debe poner fin de inmediato al uso excesivo y letal de la fuerza” contra los manifestantes, dijo en un comunicado el grupo de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York.

Las manifestaciones desafían una orden emitida el lunes en la noche que prohíbe todas las marchas y concentraciones de más de cinco personas, además de la caravanas motorizadas, e impone un toque de queda entre las 20:00 y las 04:00 horas.

Las órdenes son locales por lo que es difícil determinar su extensión total, pero según el diario Myanmar Times, afectan a 90 municipios en 30 ciudades, incluyendo todo Yangón.

Por otra parte, el ejército registró el martes en la noche la sede nacional de la Liga de Suu Kyi, que antes del alzamiento debía asumir el poder para un segundo mandato de cinco años.

El vocero de la formación, Kyi Toe, dijo en Facebook que soldados irrumpieron en la sede en Yangón y en otra oficina y se llevaron documentos y computadoras. Las oficinas estaban cerradas el miércoles.

Estados Unidos condenó “de forma enérgica” la violencia contra los manifestantes. Washington revisará su ayuda a Myanmar para que los responsables del golpe enfrenten “consecuencias significativas”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Pricen.

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, un organismo formado por 47 estados y con sede en Ginebra, celebrará una reunión extraordinaria el viernes para “considerar las implicaciones de la crisis en Myanmar en los derechos humanos”.

Gran Bretaña y la Unión Europea encabezaron la solicitud para la cumbre, que equivaldrá a un debate público de alto perfil entre diplomáticos sobre la situación en Myanmar y podría derivar en una resolución expresando preocupación por la situación o una recomendación de acciones internacionales.



« Redacción »