Liberan a cardenal de alto rango acusado de pederastia

Canberra.- El Tribunal Superior de Australia anuló este martes la condena a prisión del cardenal George Pell, el mayor funcionario del Vaticano acusado de delitos sexuales contra menores, quien se encontraba en prisión desde 2018.

En dicho año, Pell, de nacionalidad australiana y extesorero del Vaticano, fue sentenciado a seis años de prisión por un cargo de violación y cuatro cargos de abuso sexual, todos contra menores de edad.

Tras una apelación presentada por Pell en septiembre de 2019, el Tribunal Superior decidió por unanimidad de sus siete jueces que no es posible respaldar un veredicto de culpabilidad y que hay una “posibilidad significativa” de que una persona inocente haya sido condenada.

“El jurado (que sentenció originalmente a Pell), actuando racionalmente sobre toda la evidencia, debería haber tenido dudas sobre la culpabilidad del solicitante con respecto de cada uno de los delitos por los que fue condenado”, dijo el Tribunal en un comunicado esta mañana.

La decisión del Tribunal expone fallas en el juicio, evidenciadas por testigos, que generaron dudas sobre si el cardenal Pell tuvo la oportunidad de cometer los delitos, informó The Sidney Morning Herald.

Una parte de los delitos sexuales, denunciados por un exmiembro del coro de la iglesia en 2015, se remontan a 1996. El denunciante afirmó que Pell lo agredió a él y a otro exmiembro del coro tras sorprenderlos bebiendo vino del altar de la sacristía del sacerdote. El segundo hombre que habría sido abusado falleció en 2014 por una sobredosis de drogas.

George Pell ya ha respondido al veredicto en un comunicado, en el cual dijo no tener “mala voluntad” contra su denunciante. “Siempre he mantenido mi inocencia mientras sufría una grave injusticia”, dijo el religioso.

Paralelamente, Cathy Kezelman, presidenta del Centro Nacional de Excelencia para el Trauma Complejo de la Fundación Blue Knot, comunicó que la organización que dirige está “absolutamente devastada por el juicio de hoy”.

“Para muchos sobrevivientes (de abuso sexual), esta decisión será aplastante ya que el inmenso coraje que se necesita para ponerse de pie y ser visto y escuchado es enorme”, dijo Kezelman.

“Tener que demostrar que fuiste abusado y traicionado puede ser más que abrumador debido a los profundos impactos del trauma”, añadió Kezelman y se refirió al abuso sexual infantil en la iglesia católica como una “pandemia”.