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Herida abierta, la masacre de El Paso a un año

Herida abierta, la masacre de El Paso a un año
Al cumplirse un año de la masacre, autoridades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, han preparado sendos homenajes para recordar a las víctimas

Publicación:03-08-2020
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La herida de la comunidad mexicana sigue abierta y las acciones contra los migrantes, al alza.

CIUDAD DE MÉXICO.- El ataque más grande y mortal que se ha dado en contra de la comunidad mexicana en Estados Unidos cumple hoy un año. Era un día de verano; los padres se preparaban para el regreso a clases y el Walmart anexo al centro comercial Cielo Vista, en El Paso, Texas, tenía gran afluencia, lo mismo de mexicanos y mexicoamericanos que de estadounidenses. Era el segundo día de trabajo en esa tienda para Daisy Arvizu, una joven que hoy tiene 24 años y vive en El Paso con su madre y su hermano.
Daisy estaba emocionada, su tarea era atender el área de tecnologías. Ese domingo 3 de agosto de 2019 entró a las 10:00 horas tiempo local.
En plática con EL UNIVERSAL, la joven recuerda que apenas se instaló en su lugar de trabajo, llamó a su madre para que fuera a visitarla al Walmart; casi 10 minutos después comenzó a escuchar las detonaciones y los gritos de la gente.
"No me gusta mucho hablar de eso. No sabía qué pasaba, pero escuché los gritos y muchos tiros; me tiré al suelo y traté de llamar a mi mamá", rememora.
El área de tecnología no estaba cerca de la entrada principal de la tienda, que fue desde donde Patrick Crusius disparó, deseoso de "matar mexicanos", según él mismo dijo. De las 23 personas fallecidas, nueve eran mexicanas.
Daisy no recuerda cuánto tiempo pasó antes de que ella pudiera ponerse de pie y salir de la tienda. En el suelo había gente herida —hubo 23 lesionados— y charcos de sangre.
"Fue algo horrible y recuerdo que días después la gente ya no quería salir. Yo, tras dos semanas, entré a trabajar a otro Walmart, pero ya no regresé ahí". El Walmart de Cielo Vista permaneció algunos meses cerrado.
Un año después, Fernando García, secretario ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos y quien está en El Paso, Texas, asegura que la herida de la comunidad mexicana sigue abierta y las acciones contra los migrantes, al alza.
Para este defensor de los derechos humanos en la frontera de México con Estados Unidos, tres factores incidieron en la matanza de hace un año: la supremacía blanca como ideología no solamente racista, sino en contra de las minorías respecto a las personas blancas; la venta de armas de fuego sin control alguno y el discurso del presidente Donald Trump en contra de los mexicanos, en particular.
Después de lo ocurrido, recuerda, la comunidad esperaba unas palabras de aliento, de disculpa por parte del mandatario, pero éstas no llegaron.
En cambio, días después, llegó una de las mayores redadas en Mississippi para detener a trabajadores sin documentos; la construcción del muro continúa, así como la guerra de Trump contra migrantes y los jóvenes dreamers.
Crusius se entregó a la policía casi 40 minutos después de perpetrar la masacre. En caso de ser declarado culpable por los delitos que se le imputan, incluyendo homicidio múltiple y crimen de odio, puede ser condenado a muerte.
México alza la voz
El gobierno mexicano calificó lo ocurrido como crimen de odio y alzó la voz en el ámbito multilateral. "La reacción del gobierno de México, a través de la Cancillería, contribuyó a darle una dimensión internacional en el sistema de Naciones Unidas a la discriminación racial, los discursos y crímenes de odio", señala el embajador de México ante la UNESCO, Juan José Bremer, quien presentó ante el organismo una resolución para condenar la masacre. Ante la OEA se presentó una moción similar.
Roberto Velasco, director general para América del Norte, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, afirma que México mantiene "contacto a todos los niveles" en este caso.
"El juicio a este personaje continúa en Estados Unidos, nosotros hemos sido parte de la investigación. Ha habido contacto permanente para garantizar que haya una investigación profunda", menciona.
Al cumplirse un año de la masacre, autoridades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, han preparado sendos homenajes para recordar a las víctimas. En las dos ciudades se colocarán placas con los nombres de las personas que murieron, además de otros eventos que empezaron el jueves pasado.


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