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El Brexit sólo ha dejado perdedores

El Brexit sólo ha dejado perdedores


Publicación:25-06-2022
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Los impactos son evidentes: retroceso económico, polarización política y distanciamiento entre socios

Bruselas, Bélgica.- En la gran apuesta hecha por la mayoría de los británicos de abandonar la Unión Europea (UE) sólo ha habido perdedores. Seis años después del referéndum que estremeció al Viejo Continente con un resultado inesperado, los impactos son evidentes: retroceso económico, polarización política y distanciamiento entre socios que por más de cuatro décadas fueron cercanos aliados. Esa es la conclusión a la que llegan expertos consultados sobre la evolución de la arriesgada jugada hecha por un reducido grupo de políticos británicos que recurrió a todo tipo de artimañas para materializar un sueño político arraigado en un profundo euroescepticismo. La única nota que algunos rescatan como eventualmente positiva en una experiencia en la que no hay ganador, es el hecho de que Bruselas se deshizo del socio visto como el más antagónico a la UE. Tradicionalmente, Londres fue una piedra en el zapato en el proceso de construcción europea. "El Reino Unido siempre fue renuente a ciertas políticas de la UE, y hasta cierto punto, contrario a una mayor integración. Ahora, sin el Reino Unido como miembro, la UE ha podido salir adelante ante los desafíos presentados tras el Brexit, como fue el hecho de acordar por vez primera la mutualización de la deuda ante los impactos del Covid-19. ¿Quién sabe qué hubiera ocurrido si todavía fueran miembros?", dice Emily Fitzpatrick, analista del European Policy Centre. Sin estar obligado a hacerlo, por pura ambición política, el entonces premier David Cameron prometió someter la membresía en la UE a referéndum si conseguía la reelección. El 23 de junio de 2016, contra todos los pronósticos, 51.89% de los británicos se inclinó en las urnas por el abandono. Fue resultado de la apatía de los jóvenes, quienes permanecieron en casa, pero sobre todo, de una campaña marcada por todo tipo de retórica incendiaria, engaños y promesas infundadas por parte de los mayores euroescépticos, entre otros, el hoy primer ministro Boris Johnson y el político retirado Nigel Farage. Entre el largo listado de mentiras, se dijo que habría mejores salarios, así como más dinero para el Sistema Nacional de Salud y otros programas gubernamentales, porque presuntamente a la UE se enviaban 350 millones de libras a la semana, monto que ahora debería sobrar en las arcas gubernamentales. También fueron insistentes en decir que el reinado británico sería más unido y fuerte fuera del bloque europeo; en Escocia toma fuerza la posibilidad de un segundo referéndum de independencia, mientras la tensión política aumenta en Irlanda del Norte por la situación provocada por el Brexit. Hubo quien además aseguró que fuera del club comunitario, del otro lado del Canal de la Mancha, sería más seguro ante el crimen y el terrorismo. Asimismo, arremetieron demagógicamente con todo tipo de grotescas acusaciones contra la UE, ante las cuales el gabinete de Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea de 2014 a 2019, fue pasivo, tolerante y silencioso.


« El Universal »