Cubre nube de polvo del Sahara a Grecia y la tiñe de naranja

Los cielos sobre el sur de Grecia, incluida la vibrante capital Atenas, se vistieron de naranja debido a la llegada de nubes de polvo provenientes del desierto del Sahara. Este fenómeno, uno de los más llamativos desde 2018, dejó a los habitantes atenienses maravillados y preocupados por igual.

El martes, el cielo sobre la capital griega, hogar de la Acrópolis y el Partenón, se vio completamente cubierto por tonos anaranjados, y la visibilidad continúa siendo limitada este miércoles.

Las autoridades emitieron advertencias a los ciudadanos por las complicaciones respiratorias, exhortando a limitar su tiempo al aire libre, usar mascarillas protectoras y evitar hacer ejercicio físico hasta que las nubes de polvo se disipen.

| El cielo de Atenas, Grecia, se pintó hoy de naranja debido al polvo proveniente del Sahara. pic.twitter.com/ZbjnwLHVA8

— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) April 24, 2024

Los constantes vientos del sur arrastraron el polvo del desierto del Sahara hacia la zona meridional del país, extendiendo las nubes anaranjadas incluso hasta la ciudad de Salónica, en el norte de Grecia.

De acuerdo al Observatorio Nacional de Atenas, este episodio representa uno de los más graves de concentraciones de polvo y arena del Sahara desde marzo de 2018, cuando las nubes cubrieron la isla de Creta.

Las autoridades también han advertido sobre el aumento de las concentraciones de micropartículas de contaminación debido a este fenómeno.

A pesar de las precauciones, algunos habitantes de Atenas decidieron subir a las colinas de la ciudad para disfrutar desde lo alto de la vista del tono anaranjado que envolvía la capital.

Según el servicio meteorológico nacional (EMY), se prevé que los cielos se despejen hoy a medida que los vientos cambien y muevan el polvo.

El Sahara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año, siendo considerado como la principal fuente de dicho material capaz de extenderse sobre el Mediterráneo.

Aunque la mayor parte del polvo desciende rápidamente a la Tierra, algunas partículas pequeñas pueden viajar grandes distancias, llegando a veces hasta Europa.