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Boric manda una sutil señal a Nicaragua

Boric manda una sutil señal a Nicaragua


Publicación:21-01-2022
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Con nombramiento de canciller


SAN JOSÉ, Costa Rica.- El presidente electo de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, envió este viernes una sutil alerta a los gobiernos de izquierda de América Latina y el Caribe al designar canciller a Antonia Urrejola, una abogada chilena que, desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunció la represión política que el gobierno de Nicaragua desató desde 2018 y las atrocidades en Venezuela.
Al designar a Urrejola, Boric evidenció su apego a un factor que siempre incomoda a los gobiernos izquierdistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua: el sistema interamericano de defensa de los derechos humanos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), a la que La Habana decidió jamás retornar tras su expulsión en 1962, de la que Caracas se salió en 2019 y de la que Managua empezó su retirada en 2021.
El nombramiento de Urrejola provocó "gran alegría" en Nicaragua, dijo el abogado nicaragüense Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de la (no estatal) Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos y asilado en Costa Rica, en una felicitación que esta mañana envió a la canciller designada. EL UNIVERSAL tiene copia del mensaje.
"En medio de una situación sombría para los derechos humanos en Nicaragua y para el resto de nuestra región, esta noticia representa una luz de esperanza para los nicaragüenses, que ven ti a una gran amiga y aliada de la causa de los derechos humanos", escribió Leiva.
Al recordar el trabajo de Urrejola en la CIDH, como relatora desde 2017 y presidenta en 2021, Leiva mencionó que, en esas funciones, la chilena demostró "una firme posición a favor del pueblo nicaragüense frente a las violaciones a los derechos humanos perpetrados por la dictadura" del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Urrejola fue relatora de la CIDH, instancia autónoma de la OEA con sede en Washington, para Nicaragua, Ecuador, Guyana y Colombia y también visitó Venezuela en misiones oficiales.
Tras el estallido de multitudinarias protestas callejeras antigubernamentales en Nicaragua en abril de 2018 en repudio a una reforma social, la CIDH documentó que Ortega y Murillo ejecutaron una incesante e indiscriminada represión de opositores con el despliegue de tropas policiales y paramilitares.
Profundamente molesto por los informes que emitió en su contra, Ortega y Murillo expulsaron en diciembre de 2018 de Nicaragua a una misión de la CIDH que se dedicó a verificar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen nicaragüense. La pareja gobernante rechazó las acusaciones y alegó ser víctima del terrorismo con un intento de golpe de Estado que Estados Unidos impulsó con respaldo de los opositores.
En la más grave crisis política de Nicaragua en el siglo XXI y la peor desde el fin de la guerra civil en 1990, la crisis ocasionó unos 325 muertos, miles de heridos y detenidos y un caos institucional. Acusados de dictadura dinástica, Ortega y Murillo confirmaron su mando con el dominio de las fuerzas militares y policiales y de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral y se reeligieron en 2021 en cuestionados comicios.
Como funcionaria de la CIDH, Urrejola planteó que en Nicaragua se acabó la separación de poderes, emergió un clima de represión y se deterioró el panorama generalizado sobre democracia efectiva y Estado de derecho.
Acerca del conflicto venezolano, reafirmó las recomendaciones de la CIDH al régimen del también cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como jefe de Estado, para que con urgencia restablezca el respeto de los derechos humanos, en un contexto de carencia de alimentos y medicinas y de deterior de los servicios de salud, agua, energía y educación.
La llegada de Urrejola a la cancillería chilena a partir de que Boric asuma el próximo 11 de marzo para un cuatrienio "puede ser sin duda alguna un muy buen símbolo", explicó la diputada venezolana Delsa Solórzano, de la Plataforma Unitaria, el principal bloque opositor en Venezuela.
"Esperamos que esta designación sea parte de la política en general del nuevo gobierno chileno en defensa de los derechos humanos de toda nuestra América Latina. Mientras haya pueblos oprimidos, América Latina no puede estar en paz", aseguró Solórzano a este periódico.
"Los derechos humanos no tienen ideología. La defensa de los derechos humanos va más allá si se es de izquierda o de derecha ni si se crea en la democracia y en la libertad. Esperamos que esto (el nombramiento de Urrejola) sea un símbolo de que Chile va a seguir impulsando el caso Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad", añadió.
Como secretario general de la OEA, el diplomático uruguayo Luis Almagro acusó al gobierno de Maduro en 2018 ante la CPI por crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos por fuerzas del estado venezolano en los actos represivos contra las protestas antigubernamentales en Venezuela de 2014 a 2017.
En un proceso paralelo, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú respaldaron de manera directa ante la CPI que se indaguen los supuestos crímenes contra la humanidad que habría sido cometidos por Maduro. De manera reiterada, el gobernante venezolano refutó los cargos.
La decisión de Boric de instalar a Urrejola como canciller confirmó que tomará distancia con La Habana, Caracas y Managua. El 17 de agosto de 2018, en un hecho que marcó su autonomía con el Partido Comunista de Chile (PCCh), vital de la alianza izquierdista Apruebo Dignidad con la que en diciembre anterior ganó la presidencia, Boric mostró en su blog personal que tiene severos cuestionamientos sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Si la izquierda condena el ataque a los derechos humanos en América Latina y el Caribe o el injerencismo de Estados Unidos, también debería censurar las violaciones a esos derechos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, alegó.
"Debemos desde la izquierda con la misma fuerza condenar la permanente restricción de libertades en Cuba, la represión del gobierno de Ortega en Nicaragua, la dictadura en China y el debilitamiento de las condiciones básicas de la democracia en Venezuela", argumentó.
Tras la victoria de Boric sobre el derechista José Antonio Kast, Cuba, Venezuela y Nicaragua optaron también por mantener cautela con respecto al futuro gobierno chileno, pese a que será uno más de las fuerzas izquierdistas hemisféricas.


« El Universal »