Woody Allen arremete contra la cultura de la cancelación"

Woody Allen, uno de los cineastas más influyentes del último medio siglo, vuelve a encender el debate sobre la cultura de la cancelación.

En una entrevista reciente con The Wall Street Journal, el director calificó de "simplemente tonta" la tendencia de actores y productores que han decidido no trabajar con él tras las acusaciones de abuso sexual hechas por su hija adoptiva, Dylan Farrow.

Allen, de 89 años, recordó que muchos intérpretes se distanciaron de sus proyectos después de que Farrow lo acusara en 1992 de haberla agredido cuando ella tenía siete años, un caso que en su momento fue investigado pero nunca derivó en cargos.

"Si un actor dice: ´No trabajaré con él´, piensa que está haciendo algo noble, dejando huella. Pero, en realidad, está cometiendo un error. Algún día quizá aprenda eso", comentó el director de Manhattan.

Entre las figuras que han expresado arrepentimiento o rechazo a colaborar con él se encuentran Michael Caine, Kate Winslet, Colin Firth y Drew Barrymore.

Allen dijo sorprenderse de "la disposición de la gente a aceptar una narrativa sin cuestionarla" y añadió que cualquiera que lea los detalles "podría considerar que el asunto es más complejo de lo que parece".

Mientras la polémica persiste, Dylan Farrow, hoy de 40 años, mantiene firme su denuncia: "Esta es una verdad que conté de niña y que he seguido contando. Woody Allen me agredió sexualmente", declaró, rechazando la idea de que fue manipulada.

A pesar de la controversia y del escrutinio público, Allen asegura que su rutina creativa no ha cambiado. Continúa filmando películas y, además, acaba de presentar su primera novela, What´s With Baum, una incursión literaria que confirma su deseo de seguir activo en el mundo del arte, pese a un debate que sigue dividiendo a Hollywood.