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En Escena Teatro


Deme, el Bonilla que hace teatro de su trastorno

Deme, el Bonilla que hace teatro de su trastorno


Publicación:03-03-2022
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Nieto de Héctor Bonilla e hijo del director Fernando Bonilla, decidió llevar su apellido y su trastorno al escenario con el monólogo Piensos del lóbulo frontal

Deme confiesa que se siente intimidado, cargar con el apellido Bonilla pesa; las dudas sobre si heredó el talento no le han faltado y, por si fuera poco, a sus 16 años lidia con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Pero, ¿cómo saber si podía con todo? Probándose en teatro.
Nieto de Héctor Bonilla e hijo del director Fernando Bonilla, decidió llevar su apellido y su trastorno al escenario con el monólogo Piensos del lóbulo frontal derecho.
"Claro que viene esta intimidación: ¿Qué tal que ese talento de los Bonilla no lo heredo? ¿Qué tal que esta generación me pasa, o si no soy bueno actuando o escribiendo? Mi familia es muy talentosa, mi abuelo, mi padre y mi tío (Héctor, Fernando y Sergio) son grandes figuras que dan miedo", dice Deme, pero señala que ha aprendido a no sentirse en la obligación de superarlos, ni tampoco a su madre, la directora y dramaturga, Valentina Sierra.
Su talento tiene un detonante muy peculiar: además de TDAH, padece epilepsia sin convulsiones, lo que le provoca insomnio, situación que él plasma en la obra con la que debutará como actor este sábado en La Teatrería, como parte del Festival de Monólogos de "RECIO".
"Yo no sabía que había epilepsia sin convulsiones, son padecimientos invisibles y aunque no me gusta decirlo, quien la padece sí sufre pero eso la sociedad no lo dice; tampoco quiero victimizarme, soy muy feliz con mis enfermedades, la hiperactividad también sirve para otras cosas, soy muy bueno rimando, y eso es porque tengo mucha energía en el cerebro".
Demetrio comparte que capitalizaba esto participando en las batallas de rap en Coyoacán, bajo el seudónimo de Tzompantli: "El problema es que no estás completamente sano, ni estás lo suficientemente enfermo, estás en un punto medio, aburrido, por eso ha sido muy divertido escribir", enfatiza.
Piensos del lóbulo frontal derecho aborda la historia de un adolescente con TDAH que intenta escribir su propia historia, pero ninguno de los eventos de su vida le parecen meritorios. Amenazado por la idea del fracaso, las adicciones de John Coltrane y su intrascendencia musical sirven de reflejo al adolescente para explorar su propia frustración mediante el humor.
"Una de las crisis en este monólogo es que yo no quiero ser un adolescente, ya quiero ser un adulto, vivir como uno, y en la vida real es cierto, tuve una época en la que empecé a aislarme de amigos de mi edad, a hablar con gente mayor, a consumir cosas que no van con mi edad, eso me hizo madurar en algunas cosas y me dañó en otras".
La idea para este monólogo, que escribió Deme en una semana, surgió como una tarea en su clase de tap; su amigo, el actor Fernando Escalona, le ayudó a ensayar y a musicalizar la pieza y Valeria Fabbri, su profesora, buscó dirigirlo e inscribirlo en la convocatoria de "RECIO".
Bonilla considera que estar arriba de un escenario era un paso natural en él. Desde pequeño, acompañaba a su padre Fernando en su trabajo, por lo que creció haciendo tareas escolares en los camerinos de recintos como el Foro Shakespeare o el Teatro Helénico.
"Por eso mi padre y mi abuelo están muy felices, orgullosos. Saber que Héctor Bonilla vendrá al estreno me da muchos nervios, a ver qué le parece".


« El Universal »