Mexicanos consumen más sopas instantáneas y menos pañales

CIUDAD DE MÉXICO.- A tres años del inicio de la pandemia de Covid-19, en el país ya se presenta una reconfiguración en el consumo masivo, con un crecimiento en productos listos para comer o beber, donde los usuarios buscan mayor practicidad y movilidad.

NielsenIQ México informó que este tipo de productos están ganando entre las preferencias de los consumidores contra los ingredientes para preparar en casa. Así, las sopas instantáneas presentan un crecimiento de 30%, mientras que la categoría de coolers muestran un disparo de 48 por ciento.

De acuerdo con la analista de consumo de la firma, Raquel Jiménez, incluso otro tipo de productos como aguas, leches saborizadas, o tés listos para beber siguen ganando espacio entre las despensas de los usuarios, donde se pueden encontrar también palomitas e incluso frijoles procesados.

Jiménez dijo también que la movilidad y la reciente ola de calor impulsó el consumo de este tipo de productos, donde la cerveza, que regularmente tiene su pico de ventas en mayo, se extendió a junio y julio, creciendo 3 veces sus ventas. De igual manera, bebidas energizantes registraron crecimientos de 41% y los bronceadores subieron 60% ante los estragos de las altas temperaturas.

Los cambios en el consumo en México también presentan un mayor enfoque en la salud, con crecimientos de 12% en productos como vitaminas, 7% en enjuagues bucales, 24% en medidores de glucosa o de 14% en las ventas de condones.

En contraste, los pañales registran una baja de 16%, seguido de fórmulas infantiles con bajas de 32%, entre otros.

"No es que haya menos bebés. Hemos hecho estudios con las mamás para entender por qué se venden menos. Lo que está pasando es que el uso de estas categorías se está acortando. Por ejemplo, pañales. Pasan más rápido a las etapas más altas como una manera de economizar y que deje de usarlo. Lo mismo las fórmulas infantiles, más rápido los llevan a alimentos sólidos para que dejen más rápido estas categorías para consumir menos", explicó la analista.

NIQ analizó los ciclos electorales de 2000 a 2018 y observó que en año de comicios presidenciales se observan aceleradores económicos como un mayor número de empleos, aumento en los ingresos del hogar, así como una mayor contratación de productos financieros como tarjetas de crédito y otros préstamos enfocados al consumo.

Así, el impacto de las elecciones aporta el equivalente a 0.6% del PIB, con lo que es previsible que, ante un mayor gasto por parte del gobierno, el cual históricamente se registra en el primer trimestre del año, hay mayor gasto en consumo de bienes duraderos y semi duraderos.

NIQ resaltó que se mantienen las presiones en precios, con productos 30% más caros respecto de hace 3 años y que han motivado a que los consumidores busquen ofertas presentaciones más grandes así como un mayor uso de marcas propias.