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Hogares pobres recibieron menos transferencias
Publicación:21-02-2023
TEMA: #Economia
De 2018 a 2020
CIUDAD DE MÉXICO.- Los programas sociales de la actual administración han reducido el monto promedio de las transferencias monetarias dedicadas a los hogares con menores ingresos, advierte un análisis elaborado por el Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY
) 2018 y 2022.
La movilidad social, concebida como el cambio en las condiciones socioeconómicas de las personas de una generación a otra, depende crucialmente de los recursos económicos de los hogares, del nivel educativo de los padres y de la salud de estos.
Para 2020, con la pandemia, los mayores incrementos en las carencias de las personas fueron las de acceso a los servicios de salud, de ingreso, de alimentación y de educación.
Esto afectó particularmente a la población con mayores desventajas, lo que reduce las oportunidades de movilidad social de las nuevas generaciones, destacan los especialistas del CEEY.
Para que la política de desarrollo promueva la movilidad social es necesario que el gasto en desarrollo aumente las oportunidades de los que menos tienen, por lo que la política de desarrollo social debe reorientarse hacia la población en condiciones de mayor pobreza, recomiendan.
Aunque entre 2018 y 2020 el gasto en desarrollo social se incrementó en 9.6% en términos reales, también se incrementaron las carencias de aquellos que ya tenían una mayor desventaja.
---Más transferencias para los de ingresos medios y altos
Por ejemplo, la carencia de acceso a servicios de salud de la población más pobre (primer decil) aumentó de 16.8% a 39.3% y sus transferencias monetarias promedio se redujeron 42%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018 y 2020.
Además, las transferencias para los grupos de ingresos medios y altos han aumentado. Por ejemplo, para el estrato de mayor ingreso (décimo decil) se han quintuplicado. Esto profundiza aún más la desigualdad de oportunidades y reduce la movilidad social esperada.
La movilidad social, concebida como el cambio en las condiciones socioeconómicas de las personas de una generación a otra, depende crucialmente de los recursos económicos de los hogares, del nivel educativo de los padres y de la salud de estos.
Para 2020, con la pandemia, los mayores incrementos en las carencias de las personas fueron las de acceso a los servicios de salud, de ingreso, de alimentación y de educación.
Esto afectó particularmente a la población con mayores desventajas, lo que reduce las oportunidades de movilidad social de las nuevas generaciones, destacan los especialistas del CEEY.
Para que la política de desarrollo promueva la movilidad social es necesario que el gasto en desarrollo aumente las oportunidades de los que menos tienen, por lo que la política de desarrollo social debe reorientarse hacia la población en condiciones de mayor pobreza, recomiendan.
Aunque entre 2018 y 2020 el gasto en desarrollo social se incrementó en 9.6% en términos reales, también se incrementaron las carencias de aquellos que ya tenían una mayor desventaja.
---Más transferencias para los de ingresos medios y altos
Por ejemplo, la carencia de acceso a servicios de salud de la población más pobre (primer decil) aumentó de 16.8% a 39.3% y sus transferencias monetarias promedio se redujeron 42%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018 y 2020.
Además, las transferencias para los grupos de ingresos medios y altos han aumentado. Por ejemplo, para el estrato de mayor ingreso (décimo decil) se han quintuplicado. Esto profundiza aún más la desigualdad de oportunidades y reduce la movilidad social esperada.
« El Universal »
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