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El interés compuesto: punto clave en una inversión

El interés compuesto: punto clave en una inversión


Publicación:18-04-2022
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Para muchas personas, realizar cálculos sobre rendimientos y evaluar opciones financieras para invertir dinero puede parecer algo complicado.

Existen múltiples opciones que se pueden tener en cuenta a la hora de evaluar alternativas para hacer que nuestros ahorros generen un rendimiento positivo. Y, en la actualidad, es cada vez más necesario tener una estrategia de inversión sólida para que el dinero, que tanto esfuerzo y trabajo ha costado conseguir, no pierda su valor ante el implacable avance de la inflación.

Este fenómeno económico, lejos de ser un problema únicamente de economías emergentes, está demostrando ser un verdadero dolor de cabeza para países desarrollados de Norteamérica y Europa. De hecho, países como Estados Unidos y España están reportando una inflación récord que no se había visto en aquellos territorios en las últimas décadas.

Es por eso, que ya no es conveniente tener ahorros que no estén produciendo ganancias. Día a día, con el avance de los precios, ese dinero irá perdiendo poder adquisitivo, haciendo que sea absolutamente necesario tomar acciones para combatir la inflación.

Sabemos que, para muchas personas, realizar cálculos sobre rendimientos y evaluar opciones financieras para invertir dinero puede parecer algo complicado. Sin embargo, esto es mucho más sencillo de lo que pueda llegar a parecer y existen alternativas que no requieren ningún esfuerzo. En este caso veremos cómo funciona el interés compuesto.

¿Qué es el interés compuesto y cuánto se puede ganar?

El interés compuesto se obtiene al sumar el capital inicial de la inversión con los nuevos intereses que se generan, aumentando así dicho capital, para un crecimiento exponencial de los rendimientos. 

Si bien esto puede parecer difícil de entender en un principio, déjanos explicártelo de forma más sencilla con un ejemplo para que este concepto quede claro.

Supongamos que tenemos 100 pesos que deseamos invertir con un interés compuesto a una tasa del 1% mensual. En un depósito tradicional, pasados, por ejemplo, 3 meses desde que iniciamos la inversión, el banco nos devolverá los 100 pesos iniciales más 3 pesos en concepto de intereses pagados (100 x 1% mensual x 3 meses).

Sin embargo, en un interés compuesto, cada cierto período de tiempo, ese monto que se generó a partir del interés pagado pasa a formar parte del capital sobre el cual se calculan los nuevos intereses. A este proceso se lo conoce como capitalización. 

Si tenemos en cuenta un período de capitalización mensual, todos los meses ese interés se sumará al capital inicial. En nuestro ejemplo, al final del primer mes, ese 1 peso ganado se sumará a los 100 iniciales. Luego, el segundo mes, en vez de calcularse el 1% sobre los 100 pesos, se hará en base a los $101 (100 iniciales + 1 peso generado el primer mes), por lo que se irá generando un mejor rendimiento con el correr del tiempo.

Al finalizar el plazo de 3 meses, tendremos $103,03 en vez de los $103 de un depósito tradicional. SI bien la diferencia no parece mucha, ten en cuenta que, para facilitar los cálculos, utilizamos montos muy bajos y períodos cortos. Cuando aumentamos el tiempo del depósito y el capital invertido, veremos que la diferencia se vuele mucho más significativa.

Es como una bola de nieve que va “atrapando” cada vez más dinero y creciendo de forma exponencial. Y lo mejor de esto, es que no hay que hacer absolutamente nada, ya que las capitalizaciones se realizan de forma automática, sin necesidad de gestionar nuevos depósitos.

Esta es una forma más que interesante de hacer que eso ahorros guardados empiecen a generar valor para, de esta forma, intentar vencer a la inflación.



« Redacción / El Porvenir »